Una investigación multidisciplinaria reveló que Chile sigue perdiendo su bosque nativo pese a todas las medidas de resguardo que se han adoptado.
El estudio fue publicado por la revista Environmental Research Letters y fue liderado por el Laboratorio de Ecología del Paisaje y Conservación de la Universidad de La Frontera (UFRO), el cual contó con la participación de investigadores de la U. de Chile, Católica de Santiago, Católica de Temuco y de Aysén.
Esto fue motivado por la dificultad que existe en el mundo para evaluar la dinámica de cambio de los bosques, en particular en escalas amplias.
En la investigación también se quiso diferenciar los tipos de bosques que se estudiaron, marcando una diferencia entre bosques naturales y plantaciones de especies exóticas: “Lo cual es clave para el diseño de políticas públicas para enfrentar la crisis climática y de biodiversidad”, señaló en La Tercera Adison Altamirano, doctor en Ciencias Forestales y autor principal de la investigación.
Los resultados del seguimiento a la pérdida de masa forestal entre los años 2000 y 2016, mostraron que la reducción del bosque natural alcanzó a 206.142 hectáreas, es decir, casi cuatro veces la superficie del Gran Santiago.
12.884 hectáreas por año fue el promedio de pérdida, siendo la zona más afectada entre Puerto Montt y Aysén, considerada como un punto crítico de la biodiversidad mundial.
“En el mundo existen 35 hotspots de biodiversidad, éste es uno de ellos, fundamentalmente debido a los niveles de endemismo y biodiversidad”, sotuvo Altamirano.
La pérdida total de cobertura arbórea ha sido continua en el tiempo, y aunque ha tenido fluctuaciones, ha mostrado un incremento en el período estudiado.
Si biemn no se han hecho mediciones después de 2016, el experto admite que la intensidad de la deforestación ha ido disminuyendo, ya que “la gente hoy está mucho más consciente de los beneficios que traen los ecosistemas naturales”.
La mayoría de los bosques naturales que se perdieron (75%) se convirtieron en matorrales, tierras desnudas o pastizales, lo que con el tiempo ha terminado como terrenos agrícolas o plantaciones.