Ucrania lleva ya varias semanas bajo el asedio ruso, siendo la ciudad de Mariúpol una de las más afectadas debido a los ataques y bombardeos.
Antes del conflicto vivían allí cerca de 450.000 personas, actualmente cerca de 2.200 han fallecido y habría unas 300.000 atrapadas, ya que la ciudad está sitiada. De hecho Putin exigió que Ucrania se rindiera y con ello permitir la salida de los atrapados, lo que fue rechazado por Kiev.
La situación se ha vuelto mucho más compleja desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero, según informó EFE, Galyna Balabanova, habitante de Mariúpol, comentó cómo se está viviendo con la escasez de suministros básicos.
“Los vecinos se unían y habilitaban los sótanos como refugios. Ahora recogen agua de lluvia y cocinan palomas y otros animales en hogueras para poder sobrevivir. En la ciudad apenas hay medicamentos”, destacó.
Las reservas de agua y comida se están agotando debido a que no se ha permitido el ingreso de ayuda humanitaria a la zona.
“Mariúpol ha estado sometida a ataques de artillería, de aviación y tanques cada hora. Todas las calles, sin excepción, y la mayoría de las casas están destruidas… Las fábricas, en las que se situaban más de 15 refugios, eran atacadas todos los días”, señaló la joven que logró huir.
De hecho también se dio a conocer que el ejército ruso bombardeó una escuela que servía de refugio para cientos de personas, varias de ellas quedaron atrapadas bajo los escombros.
“Los ocupantes rusos lanzaron bombas sobre la escuela de arte G12, (…) donde se habían refugiado 400 residentes de Mariúpol -mujeres, niños y ancianos-“, manifestó el municipio.