El jueves pasado comenzó la invasión y el bombardeo de las tropas del Kremlin en Ucrania. Hasta el momento, se cuentan centenares de muertos, infraestructura destruida y miles de personas han emigrado desde Ucrania hacia los países vecinos por la inseguridad. Desde la ONU, se registran más de medio millón de refugiados, pero se proyecta que la cifra sobrepase los cuatro millones.
Del otro lado de la frontera, en Rusia, se vive un ambiente de calma ante la ausencia de ataques en su territorio. No obstante, la angustia se apodera de muchos ante la inestabilidad de la economía durante estos días.
Esto se produce tras una serie de medidas que desde occidente han implementado como castigo al regimen de Vladimir Putin. La mayor condena ha sido económica, buscando desconectar al país del sistema financiero mundial y debilitando al rublo frente a otras divisas.
Incluso, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá se unieron para suspender a varios bancos rusos del sistema SWIFT, una plataforma que conecta a entidades bancarias de todo el mundo, permitiendo transacciones internacionales. A esto se suma la acción de Suiza, que congeló las cuentas de numerosos oligarcas rusos.
Esto también afectaría a las importaciones y exportaciones, ya que muchas transacciones a nivel internacional no podrán efectuarse o los pagos se demorarán más de lo normal.
En este escenario, el rublo tuvo una caída histórica, con un 30% de baja, la más grande registrada desde 1990. Incluso, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo que iba a “congelar sus transacciones” y “hacer imposible que el banco central liquide sus activos”.
Second, we will paralyse the assets of Russia’s central bank.
This will freeze its transactions.
And it will make it impossible for the Central Bank to liquidate its assets. pic.twitter.com/8H9eWkNCW9— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) February 26, 2022
Esto ya ha afectado a personas comunes en Rusia, donde se han registrado largas filas para sacar dinero de cajeros automáticos y dificultad para pagar a través de medios electrónicos. Todo esto, enciende las alarmas ante un posible escenario de alta inflación en el país.
Todo estos factores motivaron al banco central ruso a elevar la tasa de interés de 9,5% al 20%.
Desde el Kremlin se defienden argumentando que tienen la liquidez para palear las sanciones de occidente, lo cual se ha puesto en duda por expertos.
El escenario de inestabilidad para el país no mejora, pues se ha puesto en la discusión el tema de las armas nucleares, un aspecto que ha encendido aún más el conflicto.
En este contexto, BBC recogió la opinión de algunos residente rusos y sus reacciones ante el actual panorama que enfrenta Rusia. Muchos de ellos no han podido efectuar transacciones cotidianas a través de Visa y Mastercard, como tampoco por Apple Pay y Google Pay. Algunos incluso manejan la posibilidad de emigrar. “Si pudiese irme de Rusia ahora, lo haría”, anunció uno de ellos.
“Estoy planeando encontrar nuevos clientes en el extranjero lo antes posible y mudarme de Rusia con el dinero que estaba ahorrando para la primera cuota”, dijo uno de los entrevistados.
“Aquí tengo miedo, han arrestado a personas por hablar en contra de ‘la línea del partido’. Me siento avergonzado y ni siquiera voté por los que están en el poder”, agregó.
Al parecer, la ansiedad por lo que pueda pasar en materia económica es lo que más preocupa a los rusos. “Todos los que conozco están ansiosos. Todos están estresados. No tengo ninguna duda de que la vida empeorará. La guerra es horrible”, sentenció una de las consultadas de 45 años.
La incertidumbre también ha afectado a los deportistas rusos, ya que se han establecido sanciones a representantes del país y prohibiciones de participar en distintas competencias. Incluso, la FIFA y la EUFA suspendieron la participación de Rusia en todas sus torneos.