Ozzie era el gorila macho más longevo del mundo. Vivía en en Zoológico de Atlanta junto a su familia compuesta por sus cuatro hijos, dos nietas y dos bisnietos. En total, tuvo doce hijos durante su vida en cautiverio.
Hasta el momento no se sabe la causa de su muerte, dijo el zoológico a través de un comunicado.
“Mostró disminución del apetito el pasado jueves 20 de enero, y los equipos veterinario y de cuidado de animales le brindaron atención de apoyo para alentarlo a comer y beber. Durante las últimas 24 horas, los equipos lo habían estado tratando cuando presentó síntomas que incluían hinchazón facial, debilidad e incapacidad para comer o beber”, dijo el parque en la carta.
El ejemplar pesaba 160 kilos y llegó al lugar en 1988. Correspondía a los gorilas de las tierras bajas occidentales, los cuales están en peligro de extinción debido a la casa furtiva y las enfermedades. Según WWF (World Wildlife Fund), la especie ha disminuido más del 60% en los últimos 20 a 25 años.
“Esta es una pérdida devastadora para el zoo de Atlanta. Aunque sabíamos que este día llegaría, esa inevitabilidad no aminora la profunda tristeza que sentimos al haber perdido a una leyenda”, manifestó la entidad donde residía.
Junto a otros 13 gorilas del zoo de Atlanta, Ozzie dio positivo al Covid-19 el año pasado. Según creen los funcionarios, se habrían contagiado de un cuidador asintomático.
El gorila se hizo muy popular en 2009, tras ser el primer gorila del mundo que se dejó tomar voluntariamente la presión arterial a través de un mecanismo especial para hacerlo.
Tenía 48 años y ya era un anciano, debido a que su especie entra en la etapa geriátrica alrededor de los 40 años, explicó el zoológico.