Tyra Grove Krause, directora del laboratorio estatal de investigación, afirma que la variante Ómicron alcanzará su punto máximo a fines de enero y a principios de febrero, para luego dar paso a una disminución de los contagio. Esto se suma a que antes de marzo la situación sea mucho más favorable que antes de la llegada de la cepa, según estiman las autoridades danesas.
“Yo creo que la tendremos (a Ómicron) en los próximos dos meses, y luego espero que la infección comience a disminuir” dijo Grove Kraus en entrevista con Danish TV2. Estas proyecciones están basadas en estudios que aseguran que el riesgo de hospitalización por Ómicron es la mitad del observado con delta.
¿Será Ómicron la última oleada?
A pesar de que en muchos países gran parte de la población esté vacunada, Ómicron tendría una mayor carga viral. En este sentido, se ha comprobado que esta variante puede burlar la inmunidad más fácilmente que Delta. Es por esto que se han alcanzado tazas de contagio mayores con esta cepa.
Si bien Ómicron podrá seguir ejerciendo presión sobre nuestro sistema sanitario, todo indica que es más leve que la variante delta“, argumentó Grove Krause.
Este optimismo tiene sustento en datos recogidos por las autoridades sanitarias danesas. De 93 personas que fueron ingresadas a hospitales contagiadas con Ómicron, menos de cinco fueron ingresados a cuidados intensivos, lo cual representa menos del 5%.
A esto se suma que desde Sudáfrica —el primer país golpeado por dicha cepa— informan que las hospitalizaciones son menores que con anteriores variantes.
En Chile, el Instituto de Salud Pública (ISP), informó el 3 de enero que 684 casos corresponden a Ómicron, de los cuales 661 corresponden a viajeros. Después de un mes de la confirmación del primer caso, solo un 40% de los diagnosticados reportó malestares y ninguno ha requerido hospitalización, según reportó el Minsal.