A los 90 años falleció Desmond Tutu, el arzobispo confidente de Mandela que ayudó a poner fin al apartheid.
Su muerte fue confirmada en una declaración del Presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, quien no dijo cuál fue la causa. Tutu fue diagnosticado con cáncer de próstata en 1997 y había sido hospitalizado repetidamente en los últimos años.
“El fallecimiento del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de duelo en la despedida de nuestra nación a una generación de sudafricanos destacados que nos han legado una Sudáfrica liberada”, dijo Ramaphosa. “Articuló la indignación universal por los estragos del apartheid y demostró de manera conmovedora y profunda lo más hondo del significado del ubuntu, la reconciliación y el perdón”.
El funeral del icono de la lucha contra el apartheid, será celebrado el sábado 1 de enero en Ciudad del Cabo, en la catedral de San Jorge, su antigua parroquia, anunció el domingo por la noche su fundación.
Junto con su amigo y colega ganador del Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, se le atribuye el mérito de liderar la acusación contra un gobierno de minoría blanca que se guió por una política de segregación racial, conocida como apartheid.
¿Quién era Desmond Tutu?
Nacido en 1931 en Klerksdorp, una pequeña localidad al suroeste de Johannesburgo, Tutu aspiraba a ser médico, aunque la falta de recursos de su familia hizo que, en definitiva, se formase como profesor, la profesión de su padre.
Entre los años 1954 a 1957 ejerció como profesor y no fue ordenado pastor anglicano hasta 1960, tras haber cursado Teología.
En 1975 fue designado decano de la catedral anglicana de Johannesburgo, cargo al que por primera vez accedía un hombre negro.
En esa ciudad fijó su residencia en el distrito de guetos de Soweto, donde fue testigo de una de las etapas más convulsas del apartheid, las cuales vieron las protestas estudiantiles de 1976 y en las que murieron más de 600 personas, la mayoría jóvenes, como mayor exponente.
En 1977 fue nombrado obispo de Lesoto y, un año después, fue designado secretario general del Consejo de Iglesias Sudafricano, cargo que desempeñó de 1978 a 1985, y su estatus en la comunidad religiosa le ofreció protección contra el gobierno del apartheid.
En esa época, empezó a manifestar abiertamente su apoyo al movimiento de la Conciencia Negra e intensificó su activismo antiapartheid hasta convertirse en una personalidad de resonancia internacional.
Por su incansable lucha contra el régimen racista del apartheid, Tutu recibió el Premio Nobel de la Paz en 1984, dos años antes de convertirse en el primer negro a cargo del Arzobispado Anglicano de Ciudad del Cabo (suroeste).
Estuvo al frente de este hasta 1996, ya con el apartheid desmantelado desde 1991 y Sudáfrica liderada por Nelson Mandela, el histórico luchador antirracista
Como presidente desde 1994, Mandela, quien describía al arzobispo como “la voz de los de los que no tienen voz”, puso en manos de Tutu la tarea de presidir la Comisión de la Verdad y Reconciliación, un organismo encargado de sacar a la luz las atrocidades cometidas durante el apartheid.
Un año después de haberse jubilado como líder de la Iglesia Anglicana sudafricana se le diagnosticó un cáncer de próstata y empezó a recibir tratamiento, pero en los años posteriores sufriría varias recaídas.
En la última etapa de su vida, Tutu concentró sus esfuerzos en temas sociales y en campañas globales como la promoción de la Alianza de las Civilizaciones (2005), una iniciativa para avanzar en el diálogo entre el mundo islámico y el occidental y combatir el extremismo, o la lucha contra el cambio climático.
Aunque en octubre de 2010 anunció su retirada de la vida pública y las complicaciones de salud le llevaron en varias ocasiones al hospital en los años posteriores, Tutu participó ocasionalmente en actos y recibió numerosos reconocimientos internacionales.