Araucarias en la línea roja: Amenazadas por el cambio climático y por un hongo
Según especialistas, el daño todavía no es total y aunque en sectores de la Región del Biobío bajo los 1.500 metros la situación es complicada, en la zona alta de La Araucanía, sobre los 2 mil metros, la especie podría tener un mejor desarrollo.
Las araucarias están en peligro y se siguen muriendo y cada vez en mayor cantidad. Uno de cada 10 ejemplares adultos sucumbe debido a un daño irreversible que comienza en las ramas y luego se extiende por todo el individuo.
Debido al aumento de la temperatura y la disminución de las lluvias y nieve caída han generado un estrés hídrico que ha sido aprovechado por un hongo, el que en un ambiente normal se mantiene controlado, pero en uno adverso -como el actual- se le presentan todas las condiciones para desarrollarse.
Según especialistas, el daño todavía no es total y aunque en sectores de la Región del Biobío bajo los 1.500 metros la situación es complicada, en la zona alta de La Araucanía, sobre los 2 mil metros, la especie podría tener un mejor desarrollo.
El hongo Pewenomyces kutranfy
El hongo Pewenomyces kutranfy es el agente causal del cancro en Araucaria araucana, uno de los principales componentes del daño foliar que afecta a esta especie milenaria, evidenciado desde el año 2015, tanto en Chile como en Argentina.
En las conclusiones del Seminario “Avances de las investigaciones del daño foliar de Araucaria araucana” Rodrigo Ahumada, investigador perteneciente a Bioforest S.A., se refirió sobre los principales resultados y nuevos desafíos en el daño foliar de la araucaria, dando a conocer el descubrimiento de este nuevo hongo.
Además, explicó que el daño provocado por una condición del efecto del cambio climático podría estar afectando no solo a la araucaria. Según una investigación realizada por la Universidad de Chile y publicada en la revista Science of the Total Environment, el 43,6% de la vegetación nativa está en riesgo de extinción entre el 2061 y el 2080.
Entre las especies que más peligran se encuentran robles, coihues, raulíes, hualos y entre otros “Nothofagus” que conforman el 50 % de la superficie de bosque nativo chileno.
De la misma manera el altiplano del norte también está sumamente afectado con un 80 % de la vegetación de la estepa y más del 90 % de los salares en alto riesgo.
En la actualidad, la Araucaria araucana se encuentra afectada como consecuencia de los efectos del cambio climático, en prácticamente toda su distribución natural, observándose incluso la muerte de ejemplares. Según las últimas investigaciones, el déficit hídrico y las diferencias de temperatura en el ambiente han hecho que la araucaria pierda su vitalidad, generando probablemente una vulnerabilidad a una serie de hongos patógenos.
En este contexto, CONAF ha dedicado diversos esfuerzos en la materia, monitoreando mediante acciones propias y en conjunto con el consultor Mauricio Reyes el estado fitosanitario desde finales de 2015 al presente año. También, se encuentran en desarrollo investigaciones con la Universidad Andrés Bello y Bioforest S.A. en materias de determinación de posibles agentes causales del daño, las cuales han dado luces sobre el origen de la problemática.
Así, diversas entidades públicas, privadas y de la sociedad civil han desarrollado una serie de iniciativas en pos de su conservación, entre ellas, un banco genético, migración asistida y la conservación ex situ de la Araucaria araucana.