“Junto con la prioridad, a nivel mundial, de lograr controlar la pandemia por COVID-19, Chile está viviendo un proceso cívico inédito en su historia donde convive un proceso constituyente con las elecciones presidenciales ad-portas. A través de este conversatorio, quisimos conocer las miradas y propuestas de los representantes de salud de los presidenciables respecto del rol de la tecnología y los dispositivos médicos en la transformación del sistema de salud”, manifestó Asise Fernández, presidenta de la asociación gremial que reúne a las empresas más innovadoras del sector de dispositivos médicos.
El conversatorio digital contó con la presencia de Felipe Vera, químico farmacéutico, Máster en Economía de la Salud y Modelamiento de Decisión de la Universidad de Sheffield, en representación de Gabriel Boric; el Dr. Rodrigo Telgie, médico de Urgencia y experto en tecnologías de la información, del comando de José Antonio Kast; Patricio Saravia, ingeniero comercial y especialista en administración en salud en hospitales públicos, miembro del equipo de salud de la candidata Yasna Provoste; y Mirko Podunavak, cientista político y Magíster en Políticas Públicas de la Pontifica Universidad Católica de Chile, en representación de la candidatura de Sebastián Sichel.
Regulación v/s acceso
Respecto a la regulación de dispositivos médicos, Felipe Vera, representante del Comando de Boric, señaló que su propuesta es seguir impulsando una regulación con enfoque basado en riesgos, “pero con plazos y tiempos de implementación muy claros”.
“Nuestra actual legislación deja un gran espacio de no regulación. Si bien queremos tener acceso a los dispositivos médicos, hay que observar las reglas que se están poniendo, así como revisar el rol del ISP (Instituto de Salud Pública) en el proceso de incorporación de dispositivos médicos al mercado. Además, la autoridad sanitaria debe velar porque el acceso se mantenga”, agregó.
Por su parte, el Dr. Rodrigo Telgie, representante del candidato José Antonio Kast, expresó que es el Estado el que debe asegurar que una tecnología no sea nociva hacia un paciente pero que, sin embargo, las instituciones tienen falencias de infraestructura técnica y humana, y también procesos burocráticos. “No puede ser que un producto ratificado por instituciones internacionales, como la FDA (U.S. Food and Drug Administration), tenga que pasar años por un proceso de validación, siendo que tiene la facultad de ratificar la seguridad y calidad de un dispositivo. Si una herramienta se entrampa en procesos burocráticos, quien pierde es el paciente”, destacó.
Patricio Sarabia, en representación del Comando de Provoste, evidenció un gran espacio de oportunidad para garantizar la calidad y acceso de los dispositivos médicos. “El segundo ítem de mayor gasto de bolsillo en salud es el de dispositivos de alto costo. El GRD (Grupos Relacionados por el Diagnóstico) no considera el componente tecnológico y, por tanto, no existe reconocimiento de la tecnología dentro del plan de beneficios para permitir a los pacientes acceder a ésta”, indicó.
Al respecto, Mirko Podunavak, representante del candidato Sebastián Sichel, puntualizó que la Ley de Fármacos II pretende registrar todos los dispositivos en 6 meses, “pero nuestro diagnóstico es que el ISP aún no tiene las capacidades instaladas para cumplir con eso, por lo que la aceptación de las certificaciones internacionales debería considerarse para agilizar este trámite y así evitar la escasez y el alza de precios que esto conllevaría”, añadió.
A juicio de su comando, los dispositivos médicos deberían regularse de manera independiente a los fármacos. “Además, deberían estar incluidos en los planes de salud universal. No basta con tener dispositivos médicos innovadores y seguros, sino que también deben ser costo-efectivos”, finalizó.
Salud digital
Durante el conversatorio surgieron varias preguntas, por parte de los asistentes, sobre la implementación e impulso a las herramientas de salud digital y la telemedicina. Sobre ello, el Dr. Telgie mencionó que el paso siguiente a las consultas online es la implementación de herramientas que multipliquen las horas profesionales a través de dispositivos electrónicos para monitorizar pacientes. “Ese sería un tremendo aporte para los pacientes y un gran ahorro de costo de camas críticas”, subrayó.
En relación con este punto, el representante de la candidata Yasna Provoste señaló que la salud digital permite mayor eficiencia en la utilización de los recursos. “El efecto esperable del uso de la telemedicina es una disminución de los servicios de urgencia por descompensación de pacientes crónicos, que pueden hacer sus controles de manera digital. Estas herramientas también permiten que equipos de especialistas puedan ser asesorados a distancia, beneficiando así al paciente”, explicó.
“La telemedicina es una herramienta que llegó para quedarse, por lo que tiene que ser regulada. También es necesario generar políticas públicas que entreguen mejores condiciones de acceso a la red equitativamente en nuestro territorio, con mayor despliegue de la tecnología 5G. Con el desarrollo de telemedicina, el telemonitoreo y la teleradiología, se puede avanzar en tener mejores resultados en salud y disminuir los costos en la atención”, expuso Felipe Vera, en representación del Comando de Boric.
Finalmente, Mirko Podunavak apuntó a la actual fragmentación de los sistemas de registro. “Es necesario lograr interoperar, en el corto plazo, estos sistemas de registro para que el viaje del paciente sea más expedito, lo cual se conecta con nuestra propuesta más global de cambio en el esquema de seguros y con una reforma a los prestadores estatales”, comentó respecto de la propuesta de la candidatura de Sichel.
¿Qué dicen los otros candidatos?
El candidato Eduardo Artés no ha hecho referencia a innovación en salud, pero en su programa sostiene que “El Gobierno de la Refundación de Chile considera la salud un derecho humano básico y universal, al que debe poder acceder toda persona que habita en Chile, sea nacional o extranjero”.
Propone elaborar un diagnóstico de los problemas que aquejan a la salud pública actual con la participación de las y los trabajadores organizados del área de la salud, y luego un plan nacional de reforma del sistema de salud pública, considerando las particularidades de cada región del país.
Por su parte, Marco Enríquez-Ominami sostiene que buscará aumentar el presupuesto para el sistema público e invertir en el mismo sistema (intra-sistema) evitando así el traspaso de recursos públicos al privado.
También apunta a una mayor transparencia del sistema: “Todo aporte de fondos públicos que sean destinados a la isapres tienen que ser fiscalizados a través del ente regulador (la antes indicada contraloría), conjuntamente con la realización periódica de auditorías médicas y análisis contables”.
Franco Parisi buscará una fortalecimiento de Fonasa como una agencia de seguros de salud de libre elección con aranceles realmente competitivos frente a las isapres.
También pretende mejorar la atención en prestaciones de salud menta, además de la creación de programas de salud diferenciados por región en el país.
Entre otro de los puntos, se busca desarrollar una ficha electrónica única nacional que permita a los usuarios consultar en otros establecimientos sus diagnósticos, tratamientos, estudios realizados y traslados. Además de potenciar el trabajo en telemedicina el cual reduce las barreras de distancias.