Las condiciones para pedir un crédito hipotecario retrocedieron en 20 años, advirtió el último Informe de Estabilidad Financiera realizado por el Banco Central. Esto, producto de los retiros de fondos de pensiones y la crisis producida por la pandemia.
“Las condiciones financieras locales se han deteriorado producto de liquidaciones forzosas de activos que han afectado en particular el mercado de capitales domésticos y por esa vía han incidido en las tasas de largo plazo y del tipo de cambio”, explicó el presidente de la entidad, Mario Marcel.
Entre los puntos dados a conocer en el documento se apunta que el “persistente impulso a la demanda local y cambios estructurales en el mercado de capitales, producto de liquidaciones forzadas de activos de inversionistas institucionales, han impactado significativamente los precios de activos. A ello se suma el deterioro de las finanzas públicas y un aumento de la incertidumbre”.
“Todos estos factores han llevado las variaciones de las tasas de interés de mercado, el tipo de cambio y los valores bursátiles en Chile a los extremos de los movimientos internacionales y han comenzado a reflejarse en un deterioro de las condiciones financieras que afectan a los actores domésticos, como el costo de financiamiento para el Fisco, las tasas y plazos de créditos hipotecarios y la valorización de fondos previsionales”, añade el texto.
“Las medidas de estímulo dirigidas a los hogares, como los sucesivos retiros de ahorros previsionales y anticipos de rentas vitalicias, si bien han aportado liquidez adicional, también han golpeado fuertemente al mercado de capitales. En este sentido, tanto el tipo de cambio como las tasas de interés locales han presentado fuertes correcciones”.
“Los recientes cambios estructurales al mercado financiero local comprometen la habitual intermediación de recursos de la cual la banca participa, especialmente en plazos más largos, así como la capacidad de los bancos para proveer servicios de cobertura cambiaria. En el corto plazo esto ya se ha traducido en condiciones más restrictivas para los créditos de largo plazo para personas y empresas”, agregan.
“Ejemplo de ello es lo ocurrido en los créditos hipotecarios, donde los plazos y la proporción del pago al contado han retornado a los niveles observados 20 años atrás. Un mayor deterioro del sistema financiero agudizaría este desarrollo afectando la capacidad de pago y fondeo del gobierno, personas y empresas, así como la solvencia de la banca”, cerraron.