Polémica ha generado la decisión de diferentes centros en Estados Unidos de no realizara trasplantes de órganos a personas que se hayan negado a inocularse contra la pandemia.
Según el sitio de Ciencia y Tecnología, Ars Technica, la medida no es antojadiza. Un paciente que recibe un trasplante de órganos debe recibir una terapia de medicamentos inmunodepresivos para minimizar la posibilidad de que su cuerpo rechace el órgano trasplantado, lo que lo hace mucho más susceptible a enfermedades.
De hecho, una persona trasplantada tiene 20% a 30% más probabilidades de morir de Covid-19 en caso de contraerla.
Además, debido a que los trasplantados son mucho más escasos que los pacientes en lista de espera para recibirlos, los médicos están optando por priorizar a aquellos que recibieron la vacuna contra la covid-19, ya que reduce las posibilidades de que el paciente enferme y, a la vez, se pierda el órgano.
“Recomendamos que todos los pacientes en lista de espera prioritaria para un trasplante sean vacunados contra el virus SARS-CoV-2 (que produce la covid-19), al igual que todos los miembros de su hogar y contactos cercanos”, indicaron las instituciones en un comunicado conjunto.
Las críticas a la medida
Si bien es una petición lógica, ha sido recibido con molestias por muchas personas que se niegan a recibir la vacuna contra la covid-19 en Estados Unidos.
Una de ellas es Leilani Lutali, una mujer del estado de Colorado. El hospital UCHealth de Denver le informó recientemente que debido a no estar vacunada, su postulación a un trasplante de riñón sería cambiada a “inactiva”, salvo que se inocule contra la enfermedad dentro de los próximos 30 días.
En conversación con la agencia AP, Lutali, de 56 años, y quien requiere con urgencia un trasplante por hallarse en etapa 5 de daño a su riñón, afirmó que tras bautizarse como cristiana, se opuso firmemente a recibir la vacuna argumentando que en la fabricación de algunas de ellas se utilizarían células de fetos abortados.
“Como cristiana, no puedo apoyar nada que tenga relación con el aborto de bebés, ya que para mí la santidad de la vida es sagrada”, explicó la mujer a AP.
Lutali ahora está buscando opciones en recintos de estados como Texas o Florida, donde no existen obligaciones sobre vacunas contra la covid-19.
“Me siento obligada ya que no tengo la posibilidad de esperar, por lo que no me dan otra opción que recibir esa vacuna si quiero salvar mi vida a través de un trasplante”, sentenció.
Al igual que Lutali, actualmente existen cerca de 107.000 personas en espera de un órgano para trasplante, de las cuales 90.000 son por un riñón. Más aún, decenas de personas mueren a diario en espera de un órgano que nunca llega.