A los 86 años falleció Abimael Guzmán, fundador y líder del movimiento guerrillero Sendero Luminoso, que sembró el terror en gran parte de Perú durante las décadas de 1980 y 1990, murió el sábado 11 de septiembre.
El líder de este movimiento falleció en la cárcel de máxima base naval de Callao en Perú, donde cumplía cadena perpetua, según funcionarios de la prisión, aunque no aclararon las causas de su muerte.
Durante el apogeo de Sendero Luminoso se calcula que unos 70.000 peruanos fallecieron, al menos un tercio de estos a manos de la guerrilla. El grupo ejerció un régimen del terror con un reordenamiento violento de la sociedad lejos de los vicios de la vida urbana.
Sus líderes se hicieron eco del Jemer Rojo de Camboya con advertencias de que “ríos de sangre” correrían después de su victoria, y que hasta un millón de peruanos podrían ser ejecutados.
Guzmán fue el principal fundador de Sendero Luminoso. Declarado maoísta, su movimiento fue uno de los más violentos y radicales de la historia moderna del hemisferio, y su mente fértil y su extraordinario poder de persuasión sentaron las bases para un intenso culto a la personalidad.
Si bien estuvo fascinado con la victoria revolucionaria de Fidel Castro en Cuba en 1959. Sin embargo, más tarde, llegó a despreciar a Castro, a la Unión Soviética e incluso a las facciones moderadas en China.
Pese a que fue expulsado de los dos principales partidos comunistas del Perú, formó un grupo devoto de seguidores conformado por estudiantes y profesores
La brutalidad de Sendero Luminoso
En 1980, Sendero Luminoso llevó a cabo sus primeras acciones violentas, incluido el bombardeo de centros de votación y la toma de ayuntamientos en aldeas remotas.
Durante diciembre, los habitantes de Lima se encontraron con perros muertos colgados de decenas de faroles. Alrededor del cuello de cada uno de los animales había un cartel con un eslogan que se refería a la lucha entre facciones dentro del Partido Comunista de China.
Guzmán se autoproclamó la “Cuarta Espada del Comunismo”, después de Marx, Lenin y Mao. Este predicó el “pensamiento Gonzalo”, que llevaría al mundo, de acuerdo con Guzmán, a una “etapa superior del marxismo”.
Los combatientes de Guzmán emprendieron una campaña militar muy exitosa que puso bajo su control a gran parte del país. El terror y el asesinato fueron las tácticas preferidas.
Estallaron bombas en cines, restaurantes y comisarías. Los secuestros eran generalizados y aparecieron avisos en las paredes advirtiendo a los civiles que huyeran.
Una de las estrategias del líder de Sendero Luminoso fue empujar al ejército de la nación a sangrientas represalias, para dejar al descubierto sus “entrañas fascistas”. Cometido que logró ya que Los soldados mataron a muchos civiles y aterrorizaron a las regiones indígenas, llevando a muchos a apoyar a los rebeldes.
El 12 de septiembre de 1992, miembros de una unidad policial especial dedicada a rastrear a los líderes de Sendero Luminoso capturaron a Guzmán. Este compareció ante un tribunal militar vestido con un uniforme de prisionero de rayas blancas y negras. Los jueces encapuchados lo declararon culpable de delitos de terrorismo y lo condenaron a cadena perpetua.