Jorge Arancibia, exalmirante en Jefe de la Armada de Chile, fue dejado fuera de las audiencias públicas de la Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional, en una votación por 10 votos a favor, 3 abstenciones y 2 en contra.
Su presencia ya había sido cuestionada por algunos constituyentes y por familiares de víctimas de la dictadura, principalmente porque Arancibia fue edecán del dictador Augusto Pinochet.
El constituyente se había defendido aludiendo a que fue “elegido por un montón de personas, por miles, para estar representándolas, defendiéndolas e interpretándolas en esta Convención y en esta Comisión. Y eso es lo que voy a hacer”.
Aún así los convencionales Carolina Videla, Giovanna Roa, María Magdalena Rivera, Juan José Martin, Ivanna Olivares Constanza San Juan, Mario Vargas, Adolfo Millabur y Manuel Woldarsky plantearon un voto político con el fin de que no fuera parte de las audiencias.
“Consideramos que la participación del convencional Arancibia en la Comisión atenta gravemente al cumplimiento de los objetivos de nuestro trabajo. Su presencia es un acto altamente violento, que revictimiza y retraumatiza a las miles de víctimas y sus familiares, y a los sobrevivientes del terrorismo de Estado de Chile perpetrado durante la Dictadura entre 1973 y 1990″, fueron parte de los fundamentos que se utilizaron.
“Entre 1980 y 1982, el Convencional Arancibia fue Edecán naval del Dictador Augusto Pinochet. Desde el año 1973 a la fecha en reiteradas ocasiones el Convencional ha avalado y celebrado públicamente el Golpe de Estado cívico-militar y ha negado las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas en ese período (…) Considerando que tanto la Convención como esta Comisión ha manifestado de manera expresa que durante este proceso constituyente no hay espacio alguno al negacionismo y considerando las normas de funcionamiento que han sido aprobadas en este misma Comisión, responsablemente declaramos inaceptable la continuidad de la participación del Convencional Arancibia en este espacio ya que contraviene las reglas que nosotros y nosotras mismas hemos acordado”, agregaron.
“No pretendemos anular su elección plenamente democrática y por tanto su derecho a ser parte de esta Convención. Sin embargo, como Convencionales Constituyentes tenemos el deber de cautelar los principios y valores que deben guiar nuestra labor, especialmente ante la tarea de sentar las bases de garantía de derechos humanos para un nuevo Chile”, fue parte de lo que comentaron.