Al menos un mes tardarán los niños en adaptarse al regreso a clases presenciales

Especialistas en salud mental advierten el escenario que se producirá en niños y jóvenes ante el retorno a clases presenciales, tomando en cuenta que las reglas serán distintas a lo que conocían antes de la pandemia.

Ansiedad y nerviosismo serán algunas de las emociones que predominarán y afectarán la salud mental, lo que “representa una serie de desafíos diferentes de lo que era volver hace tres años de vacaciones de invierno, no es que sea solo regular el sueño luego de dos semanas de descanso”, comentó la psiquiatra y directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), Vania Martínez en La Tercera.

En el mismo medio Juan Ariel Zuñiga, psiquiatra y jefe de salud mental de Vidaintegra, comentó que también se puede experimentar alegría por el reencuentro, y su vez temores como el síndrome de la cabaña, es decir, “¿qué hay ahí afuera? ¿cuándo me voy a contagiar?, ¿será peligroso?, lo que es de una ambivalencia tremenda para ellos”, explicó.

La incertidumbre es uno de los grandes motores que afectan a las y los menores, lo que no terminará cuando empiece la vuelta a clases.

“Esto es un proceso, en que algunos colegios van a abrir y otros van a tener que cerrar si se presentan casos de Covid-19, no es una certidumbre. Puede venir otra variante, son hartos factores”, sostiene Martínez.

Para Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, volver a clases requiere un periodo de adaptación normal que puede tomar entre tres y cuatro semanas, donde se producen ajustes a ritmos biológicos como horas de sueño, apetito, concentración y energía física.

“Es complejo volver a intentar un colegio normal cuando la verdad la situación es que estamos viviendo no es normal y sobre todo actualmente donde hay una escasez de vacunas, entonces el joven se siente completamente expuesto”, agregó Zúñiga.