A través de un estudio realizado a las heces de tres especies diferentes de pingüinos en la Antártica, expertos encontraron una “amplia presencia” de microplásticos en su dieta.
La investigación se llevó a cabo en diferentes áreas y años, y se encontró la presencia de poliéster y polietileno -entre varios otros-, compuestos que se utilizan en la producción de bolsas plásticas, ropa, alambres y botellas.
Según los datos publicados en la revista Science of the Total Environment, se realiza un énfasis en la necesidad de conocer los efectos de las partículas y de establecer medidas más efectivas para controlar la contaminación por plásticos y otras partículas de origen humano en esta zona.
“Estos contaminantes llegan a mares y océanos principalmente a través de la basura y los desechos procedentes de las actividades antrópicas”, explicó Andrés Barbosa, científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y autor del trabajo.
Se creía que con una baja presencia humana en la zona, la contaminación debería ser baja, pero las partículas han llegado a estos lugares debido a las estaciones de investigación, los barcos y las corrientes marinas.
Los microplásticos son partículas de tamaño inferior a los 5 milímetros, los que cada vez están más desplegados en los ecosistemas marinos.
Con información de EFE.