Cuando se inició el proceso de vacunación en Chile en febrero pasado, solo se habían reportado algunos casos de la variante Alfa (anteriormente conocida como británica) y luego se supo que era un 70% más contagiosa que la cepa original.
Ahora, la preocupación está en la variante Delta, que incluso es más transmisible que la Alfay que surgió en India a causa de la gran cantidad de habitantes (cerca de 1.380 millones) y el bajo número de vacunados.
Ante esto, grupos de expertos sostienen que mientras más lento sea el proceso de vacunación, más posibilidades existen que estas nuevas “variedades” del virus surjan (y con ello también la posibilidad de que puedan saltarse las vacunas), por ello los no inoculados se transformarían en verdaderas “fábricas de variantes”.
“Cuantas más personas no vacunadas haya, más oportunidades tendrá el virus de multiplicarse y cuando lo hace, muta y podría desencadenar una nueva variante que es aún más grave en el futuro”, manifestó William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, entrevistado por CNN.
La “fabricación de variantes” es parte de la naturaleza de los virus y los “errores” que cometen al copiar su material genético cada vez que encuentran a un huésped y lo infectan.