La Organización Internacional del Trabajo (OIT) de Unicef y la agencia de Naciones Unidas para la infancia realizó un informe donde se develó que los niños forzados a trabajar aumentaron en 8,4 millones comparado con cuatro años atrás.
La medición realizada mostró que a principios de 2020 había más de 160 millones de niños y niñas que debían pasar por esta situación.
Aún así, la situación podría empeorar debido a la pandemia y el aumento de pobreza, ya que nueve millones de niños más se verían forzados a encontrar un trabajo antes de que termine el próximo año.
La cifra podría llegar a ser cinco veces más alta “Si las proyecciones sociales bajan respecto a su nivel actual, a causa de las medidas de austeridad y otros factores, el número de niños forzados a trabajar podría aumentar en 46 millones” para finales de 2022, explicó Claudia Cappa, estadística de Unicef a AFP.
Este informe que se publica cada cuatro años dio cuenta que al menos la mitad de los menores que trabajan tienen entre solo cinco y 11 años.