Los cambios que ha realizado Joe Biden en la relación de EE.UU. con Latinoamérica
Mayor presión a países en temas de democracia, corrupción y derechos humanos, modificación en las medidas de migración y en las sanciones con Venezuela; son las innovaciones que ha hecho el presidente en la interacción con la región.
Una de las características que tiene el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es su insistencia por revertir algunas políticas de Trump. Y una de ellas es la incidencia en América Latina. A menos de un mes de su inicio, el mandatario ya tomó diversas acciones hacia la región.
Preocupación por la democracia, la corrupción y los derechos humanos
Biden aumentó la presión en algunos países en temas como la democracia, corrupción y derechos humanos. Algunos expertos sostuvieron que en el gobierno anterior se dejaron de lado estos asuntos, excepto en Venezuela, Cuba y Nicaragua por motivos ideológicos.
Unas de las inquietudes de la Casa Blanca es Nicaragua, ya que el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, indicó que está “profundamente preocupado por la creciente represión del gobierno del presidente (Daniel) Ortega”. Y agregó que “los está conduciendo a una dictadura”.
Por otro lado, Price también indicó su preocupación por Guatemala. A fines de enero, en un comunicado afirmó que estaba al tanto de que en ese país se quería poner en la Corte Constitucional a un juez que tenía cargos por obstrucción a la justicia y corrupción.
Además, el gobierno de Biden rechazó una reunión con el presidente, Nayib Bukele, quien visitó Washington, informó la agencia de noticias AP. Esto debido a la situación del Estado de derecho y la democracia en El Salvador.
Por último, Price expresó preocupación por la violencia contra defensores de los derechos humanos en Colombia. “Reducir esta violencia e investigar estos crímenes es una de las principales prioridades tanto para EE.UU. como para Colombia”, dijo el vocero.
Acuerdos de migración
El presidente revirtió y modificó algunas políticas de migración impuestas por Trump, entre ellas, suspendió el acuerdo “tercer país seguro” que consistía en pedir asilo en Guatemala, El Salvador y Honduras, antes de hacerlo en Estados Unidos.
Biden tiene como objetivo crear nuevos marcos regionales y así procesar las solicitudes de asilo en la frontera con México, algo que requerirá más tiempo. Muzaffar Chishti, un experto del Instituto de Política Migratoria en Nuevas York afirmó a BBC Mundo que:
“Llevará entre cuatro y seis meses poner en marcha un sistema de asilo viable. Mientras tanto, creo que dependerá de los países de tránsito y de México asegurarse que no haya un aumento (del número de migrantes) en la frontera”.
El mandatario también pidió revisar el programa Protocolos de Protección a Migrantes, conocido como “Quédate en México”, lanzado por Trump. Debido a esta medida, miles de solicitantes de asilo fueron enviados a ese país mientras se tramita su solicitud en EE.UU.
Desde el viernes 19 se procesarán esas solicitudes, lo que permitirá el ingreso gradual de los migrantes. La oposición afirmó que la detención del muro y los cambios a las políticas traerán más migrantes a EE.UU, pero el gobierno de Biden niega que la frontera esté abierta.
Venezuela
Trump, había impuesto duras sanciones contra Venezuela, y Biden por su lado las está modificando. La primera fue habilitar operaciones en puertos y aeropuertos del país sudamericano que habían sido negadas.
Esta modificación no tiene incidencia en las sanciones al sector petrolero. El Departamento del Tesoro aclaró que la nueva autorización excluye actividades de exportación de diluyentes a Venezuela.
Por otra parte, la Oficina de Control de Activos Extranjeros tampoco incluyó en el permiso a funcionarios del gobierno venezolano sancionados. Un informe de un organismo de control del gobierno de EE.UU. indicó este mes que si se mantenían esas medidas de control hubiesen obstaculizado la ayuda humanitaria y agravado la crisis económica del país.
Antony Blinken, secretario de Estado, calificó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de “dictador brutal”. La Casa Blanca descartó que se levanten las sanciones impuestas a miembros del gobierno por los abusos de derechos humanos y corrupción. Pero si ajustaron las sanciones económicas contra el país.