Covid-19: Cómo saber cuando surgen variantes peligrosas
En noviembre de 2020, fue impuesto un confinamiento en Inglaterra. Solo se podía salir para actividades esenciales, como ir al supermercado. Paulatinamente las tasas de infección empezaron a bajar en el país, excepto en Kent.
A finales de 2020, a pesar de las estrictas reglas contra el movimiento de personas en Inglaterra, el Covid-19 continuó avanzando en la ciudad de Kent, y los hospitales se llenaron rápidamente de personas contagiadas.
La variante de Kent ha “arrasado el país” y “va a arrasar en el mundo, con toda probabilidad”, explicó a la BBC Sharon Peacock, directora del Consorcio de Genómica Covid-19 del Reino Unido.
En Sudáfrica, en octubre de 2020, una nueva ola de coronavirus comenzó repentinamente a invadir la provincia de Eastern Cape.
La tasa de personas infectadas era mucho más alta que en otras áreas del país, donde el número de casos se estaba estabilizando después del primer brote.
En en el caso de la ciudad brasileña de Manaos, una crisis sin precedentes alcanzó su punto máximo el 15 de enero, cuando los hospitales colapsados se quedaron sin oxígeno.
La capital del estado Amazonas, ya muy afectada por la primera ola del virus, estaba experimentando una nueva explosión de la enfermedad.
En esto tres casos, las nuevas variantes, que son más contagiosas, jugaron un papel importante en el caos provocado por las altas tasas de infecciones y hospitalizaciones.
Y la tendencia es que continúen ocurriendo otras mutaciones mientras el virus esté en circulación.
Algo que aseguró en Hablemos en Off, el ministro de Ciencias, Andrés Couve, que sostuvo: “Las variantes de un virus es algo normal (….) Este virus muta un poco más lento que la influenza y el VIH. Tenemos que establecer esa capacidad de vigilancia del bicho con la de las personas”.
Según los investigadores entrevistados por la BBC, hay cuatro señales de advertencia particularmente importantes para monitorear nuevas variantes:
1. Aumento de hospitalizaciones
Una de las principales señales de alerta sobre la posibilidad de una nueva variante en una zona es que ocurra un aumento brusco de hospitalizaciones y muertes por el virus.
En ese caso, los investigadores primero verifican si hay una explicación humana.
Por ejemplo, si el gobierno local relajó las reglas de contacto social en las semanas previas al brote o si ocurrió poco después de la temporada navideña.
Si no hay una explicación razonable para que una zona experimente un aumento repentino de las infecciones, esa es una señal de advertencia sobre la posibilidad de que una variante más contagiosa circula en esa región.
2. Incidencia de reinfecciones
Si una localidad comienza a notar un aumento en las infecciones de personas que dicen haber contraído Covid-19 anteriormente, este es otro factor de alerta de la posible presencia de variantes, especialmente si el nuevo contagio se ha producido en un período corto de tiempo.
La investigación realizada por la agencia de salud pública del gobierno británico, Public Health England, encontró que la mayoría de las personas que ha contraído el virus (83%) tiene inmunidad durante al menos cinco meses.
Si un número considerable de personas que ya han sido infectadas comienzan a dar positivo por Covid-19, puede ser que haya una variante en circulación capaz de eludir los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico después de una primera infección.
La reinfección por otra variante es una de las hipótesis investigadas para explicar el aumento en las hospitalizaciones y muertes ocurridas en enero en Manaos, Brasil.
3. Cambio en los síntomas y la gravedad
Otro signo de la posible aparición de una variante es un cambio constante en los síntomas de quienes dan positivo en la prueba de covid-19 o un aumento significativo en los casos graves de la enfermedad.
Estos factores indicarían la presencia de mutaciones que interactúan de forma diferente con las células humanas, provocando reacciones distintas a las provocadas por la cepa original del coronavirus.
Por ahora, no hay evidencia concluyente de que las variantes encontradas en Manaos, Sudáfrica y Reino Unido provoquen síntomas diferentes o sean más agresivas.
Pero debido a que son más transmisibles, pueden aumentar rápidamente el número de personas infectadas, provocando altas tasas de internamientos en los hospitales y más muertes.
Además, debido a que pueden asegurar una unión más eficaz de las partículas del virus en la célula humana y evitan la acción de los anticuerpos, las mutaciones N501Y y E484K terminan produciendo cargas virales más altas en los infectados.
Y las cargas virales altas están relacionadas con condiciones más graves de la enfermedad.
La investigación preliminar publicada por el gobierno británico el 22 de enero estimó que la variante encontrada en Kent podría ser hasta un 30% más mortal que el virus original.
Según el estudio, entre 1.000 personas de 60 años infectadas por la variante antigua, posiblemente 10 morirán. Con la variante identificada en Kent, ese número se eleva a 13.
4. Cambio en el grupo de edad infectado
Finalmente, otro signo a observar es un eventual contagio más acelerado entre personas de grupos de edad poco afectados por la cepa original del coronavirus.
Es decir, si más niños y adolescentes comienzan a infectarse o presentan casos más severos de coronavirus, esto sería indicativo de una variante con mutaciones capaces de mejorar la conexión entre la proteína espiga del virus y los receptores de las células de los jóvenes.
Los estudios indican que los niños se ven menos afectados por el coronavirus porque tienen menos receptores en el pulmón capaces de reconocer y conectarse a la proteína espiga.
Sin embargo, sigue sin haber estudios concluyentes sobre el impacto de las variantes en los niños.
Pero el gobierno británico ya ha dicho que hay evidencia de una mayor transmisión de la variante de Reino Unido entre los niños.
Esto ayudaría a explicar la rapidez con la que esta variante se extendió por todo el territorio, convirtiéndose en el virus dominante en Inglaterra.