Se cumple un año desde la muerte del doctor chino Li Wenliang, a causa de contraer el virus mientras trataba a pacientes en Wuhan. Este hecho provocó indignación pública y acusaciones contra el gobierno por intentar mantener en secreto el brote del coronavirus.
En diciembre de 2019, Li Wenliang intentó alertar a sus colegas médicos sobre un posible virus. La policía no tardó en acusarlo de “propagar rumores” e iniciar una investigación contra él. Su caso reveló la fallida respuesta de las autoridades locales de Wuhan en las primeras semanas del brote de coronavirus.
¿Qué pasó con Li Wenliang?
Li trabajaba en un hospital, en diciembre de 2019 él mismo detectó siete casos de un virus que se asimilaba al SARS, el que provocó una epidemia global en 2003. Esos pacientes hicieron cuarentena en el mismo recinto que estaba Wenliang.
El 30 de diciembre de 2019, el doctor envió un mensaje a sus colegas, en el que les advirtió de un extraño brote y les recomendó usar ropa protectora para evitar contagiarse. Li no sabía, en ese momento, que lo que había descubierto era el nuevo coronavirus.
Cuatro días más tarde, lo visitaron funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública, quienes lo acusaron de “hacer comentarios falsos” que habían “perturbado severamente el orden social”. En ese momento le hicieron firmar una carta que advertía que “si sigue siendo terco e impertinente, y continúa con esta actividad ilegal, será llevado ante la Justicia”.
Li se transformó en una de las ocho personas que la policía dijo que estaban siendo investigadas por “divulgar rumores”. Semanas después de que recibiera la advertencia atendió a una mujer con coronavirus. Empezó a toser, al día siguiente tuvo fiebre, y dos días más tarde estaba en el hospital.
El doctor publicó en Weibo, red social China similar a Facebook, lo que pasó junto a una foto. Las autoridades locales le ofrecieron una disculpa por acusarlo de hacer comentarios falsos.
El 20 de enero de 2020, Li publicó “hoy me dieron el resultado de las pruebas de ácido nucleico y es positivo. Finalmente he sido diagnosticado”. Y China, el mismo día, declaró emergencia sanitaria a raíz del brote.
En la madrugada del 6 al 7 de febrero de 2020 las autoridades sanitarias de China confirmaron que el joven médico había fallecido. Sin embargo, el hospital Central de Wuhan desmintió su muerte y afirmó que estaba en situación crítica, pero que se estaba haciendo “todo lo posible para reanimarlo”.
La prensa oficial también se retractó, e incluso borraron las publicaciones en redes sociales en las que informaron su fallecimiento. Horas después, el hospital confirmó, a través de Weibo la muerte del doctor.
“En la lucha contra la epidemia de la neumonía del nuevo coronavirus, el oftalmólogo de nuestro hospital Li Wenliang desafortunadamente resultó infectado. Li murió pese a todos los esfuerzos para reanimarlo. Lamentamos profundamente su fallecimiento”
Esto trajo una ola de indignación por parte de la población, acusaron al gobierno de subestimar la gravedad del virus y de, inicialmente, intentar mantenerlo en secreto. También, desencadenó el debate sobre la falta de libertad de expresión en China.
En la actualidad, hay 106.246.361 total de casos de coronavirus en el mundo y más de 2 millones de personas han muerto debido a la pandemia. China Continental cuenta con 89.706 casos en su país.