Joe Biden, presidente de Estados Unidos, sigue poniendo énfasis en revertir y buscar solución a algunas de las controvertidas políticas impuestas por su predecesor, Donald Trump. Esta vez firmó una serie de decretos asociados a las políticas migratorias, con el fin de reunir a las familias separadas entre la frontera de ese país con México.
También contempla avances en seguridad fronteriza y una propuesta de ley que otorgaría un estatus legal y un camino a la naturalización de la nacionalidad a cerca de 11 millones de personas.
“No estoy creando nuevas leyes. Estoy eliminando las malas políticas”, manifestó Biden en la ceremonia donde firmó las órdenes y en la que no respondió preguntas de la prensa.
En el caso de encontrar el apoyo del Congreso —sumamente dividido—, su reforma podría permanecer aplicada por mucho tiempo, incluso después de que él salga del cargo.
Alejandro Mayorkas, nuevo secretario de Seguridad Nacional, encabezará el equipo destinado a tratar la separación de familias migrantes, cuyo principal objetivo es reunir a padres y menores que siguen separados.
En el mandato Trump cerca de 5.500 niños y niñas fueron separados de sus familiares, aunque ese número es solo el que consta en los registros oficiales, por lo que no se sabe cuántos son en realidad. Además se incluyen 600 menores que no han sido localizados por una comisión designada por un tribunal.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), solicitó al gobierno que se les de un “estatus legal” en Estados Unidos a las familias de migrantes que fueron separadas, así como también una compensación económica para éstas y que el gobierno se haga cargo de los gastos legales.