Unos meses atrás, cuando la OMS declaró pandemia mundial por coronavirus, había dudas respecto a si las personas podrían reinfectarse. Debido a que ocurrieron tantos casos que los científicos concluyeron que sí: la enfermedad podía darle dos veces a un mismo individuo.
Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Rockefeller y publicado en la revista científica Nature, concluyó que quienes se recuperan de Covid-19 están protegidos contra el virus durante un mínimo de seis meses, y probablemente mucho más.
¿Qué dice el estudio?
Según los científicos, esto se debe a que el sistema inmunológico tiene una “memoria” que recuerda el paso del Sars-CoV-2 por el cuerpo, y mejora la calidad de los anticuerpos incluso después que la infección haya disminuido.
Además, la investigación indicó que los anticuerpos producidos mostraron una mayor capacidad para bloquear el virus y sus versiones mutadas, como la variante sudafricana o británica.
Dicho de otro modo, si a uno ya le dio, lo más probable es que si se vuelve a infectar, la segunda vez tendrá efectos más moderados, especialmente si la primera vez sufrió fuertes síntomas.
Michel Serri, infectólogo de Clínica Dávila, explicó en una nota a Qué Pasa que:
“La inmunidad de memoria es la que se activa cuando uno vuelve a estar en contacto con el agente al que se generó la inmunidad. Lo que muestra el estudio, es que si bien después de dos a tres meses comienzan a bajar los anticuerpos, la actividad de ‘memoria’ podría durar seis meses”.
Sin embargo, agregó que el nivel de protección del segundo evento, “aún es un tema pendiente”.
“El concepto básico es que quedan células que tienen la capacidad de dar la orden de producir anticuerpos cuando se exponga nuevamente al virus, aunque no tengan anticuerpos circulantes”, añadió Marcelo Wolff, médico jefe de la Unidad de Infectología de Clínica Santa María, también a Qué Pasa.
“Lo que uno mide hoy es la presencia o ausencia de anticuerpos, y sólo nos quedamos tranquilos en este último caso. Sin embargo, estos anticuerpos no están circulando en la sangre: hay células preparadas que al aparecer el antígeno, se multiplican y producen células que ya están con la instrucción de formar anticuerpos que salen a defender y a destruir el virus, aunque estas células no pueden ser medidas fácilmente”.
En relación con qué hace que los anticuerpos sean más o menos potentes en el paciente, el Dr. Wolff indica que “hay muchos factores, pero el más sencillo de medir es el relacionado con la cantidad de virus: mientras más existan, mayor es el estímulo del sistema inmune y mayor producción de anticuerpos”.
“Por ello, de la fracción de personas que no desarrolla anticuerpos tras infectarse, son personas asintomáticas o que tuvieron la infección de forma leve. Mientras más manifiesta es la enfermedad con síntomas clínicos, mayor es la producción de anticuerpos”.
Serri dijo que si uno se enferma por segunda vez, la infección será más leve que la primera, porque el humano tiene esta respuesta inmune de memoria almacenada, pero no asegura que no exista un cuadro leve o asintomático, y además ser portador y poder contagiar el virus.
Finalmente, la investigación también evidencia que las células habían pasado por numerosas mutaciones incluso después de superada la infección y como resultado, los anticuerpos que produjeron fueron mucho más efectivos que los originales.
Los experimentos de laboratorio posteriores demostraron que este nuevo conjunto de anticuerpos podría adherirse mejor al virus y reconocer incluso versiones mutadas, lo que podría proteger a las personas frente las variantes descubiertas en las últimas semanas.