De todos los manifestantes que protagonizaron la insurrección en el Capitolio estadounidense el pasado 6 de enero, Q-Shaman fue sin duda el que más llamó la atención.
El hombre de cara pintada, torso semidesnudo, tatuado y con un gorro de cuernos de búfalo —accesorio típico de los guerreros Sioux, pueblo nativo de América del Norte— ha dado la vuelta al mundo tras lo que sucedió ese día.
Ahora, Jake Angeli (su verdadero nombre) vuelve a hacer noticia al pedirle a Donald Trump que le conceda el perdón, según informó su abogado Albert Watkins.
“Dada la forma pacífica y obediente en que el señor Chansley se comportó, sería apropiado y honorable que el presidente perdonara al señor Chansley y a otras personas pacíficas de ideas afines”, expuso el defensor.
Si bien Angeli se entregó a la justicia, está acusado bajo los cargos de “entrar o permanecer conscientemente en cualquier edificio o terreno restringido sin autoridad legal” y “entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio”.
Trump no se ha pronunciado al respecto, ya que también ahora enfrenta los problemas que le trajeron la eliminación de algunas de sus redes sociales y los coletazos de empresas que ya no quieren trabajar con él.
Defensa y trato
En declaraciones recogidas por The Hill, Watkins alegó que su cliente “había escuchado las palabras frecuentemente repetidas del presidente Trump”, por lo que se defendió sosteniendo que “se supone que las palabras y la invitación de un presidente significan algo”.
Otro de los puntos relevantes que se dieron a conocer es que Q-Shaman no estaba comiendo en recinto penitenciario donde se encuentra recluido ya que solo come comida orgánica, la cual no se le había suministrado.
“Sigue una dieta extremadamente restrictiva, quizás por razones religiosas”, manifestó su abogado en una audiencia virtual según sostiene Arizona Republic, mientras que su madre confesó que él “se enferma si no come comida orgánica, literalmente se enfermará físicamente”.
En general, la insurrección ocurrida a días de que Joe Biden y Kamala Harris asuman el mando del país terminó con más de 100 personas detenidas y con el FBI tomando acciones en Phoenix (Arizona), Dallas (Texas) e incluso Honolulu (Hawaii).