Nipah ¿el virus que provocará la próxima pandemia?
Supaporn Wacharapluesadee, una experta cazadora de virus que detectó el primer caso de Covid-19 fuera de China, advirtió sobre un nuevo microbio con potencial pandémico proveniente de los murciélagos que tiene una tasa de mortalidad entre el 40 y 75%.
Mientras el mundo lidia con el Covid-19, Predict, un proyecto mundial para detectar y detener enfermedades que pueden pasar de animales a humanos, advirtió sobre un nuevo virus proveniente de murciélagos frugívoros llamado Nipah.
“Supone una gran preocupación porque no hay tratamiento y este virus tiene una alta tasa de mortalidad”, dijo Supaporn Wacharapluesadee, líder del Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa en Bangkok y experta cazadora de virus que detectó el primer caso de Covid-19 fuera de China.
La científica, que ha formado parte durante los últimos 10 años del proyecto Predict, no está sola en su preocupación. Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisa la larga lista de patógenos que podrían causar una emergencia de salud pública para decidir cómo priorizar sus fondos de investigación y desarrollo.
Se enfocan en aquellos que presentan el mayor riesgo para la salud humana, que tienen potencial epidémico y para los que no existen vacunas. El virus Nipah, está entre los 10 primeros y su tasa de mortalidad varía entre el 40% y el 75%, dependiendo de dónde ocurra el brote.
Amenaza fatídica
Hay varias razones de por qué el virus Nipah es tan severo. El largo período de incubación de la enfermedad, que puede llegar hasta los 45 días, significa que existen muchas posibilidades de que un animal o persona infectada, sin saber que está enferma, lo propague.
Además, puede infectar a una amplia gama de animales, lo que aumenta la posibilidad de que se extienda y se contagie por contacto directo o consumiendo alimentos contaminados.
Alguien infectado puede experimentar síntomas respiratorios que incluyen tos, dolor de garganta, dolores, fatiga, y encefalitis, una inflamación del cerebro que puede causar convulsiones y la muerte. Al igual que el Covid-19, el contagio es posible en cualquier lugar.
Lugares peligrosos
Donde sea que los humanos y los murciélagos frugívoros estén cerca se considera un intercambio de alto riesgo. Por ejemplo, en el mercado de Battambang, en Camboya, donde en los árboles de arriba del sector, hay miles de murciélagos que comen fruta, defecando y orinando sobre cualquier cosa que pase por debajo de ellos.
Los expertos aseguran que este tipo de exposición podría hacer que el virus mute, lo que podría causar una pandemia.
De 2013 a 2016, Vaesna Duong, colega y colaboradora de Wacharapluesadee, lanzó un programa de rastreo con GPS para comprender más sobre estos murciélagos y el virus Nipah en Bangladesh e India.
Gracias a esto se descubrió que en 11 brotes diferentes en Bangladesh entre 2001 y 2011, se detectaron 196 personas infectadas, de las cuales 150 murieron.
Problemática actual
A medida que la población humana se expande, cambiando el planeta y destruyendo hábitats silvestres para satisfacer la creciente demanda de recursos, aumenta la presencia de murciélagos en zonas urbanas y por lo tanto, la transmisión de enfermedades.
“La propagación de estos patógenos [zoonóticos] y el riesgo de transmisión se aceleran con los cambios en el uso de la tierra como la deforestación, la urbanización y la intensificación agrícola”, escriben los autores Rebekah J. White y Orly Razgour en un informe de 2020 de la Universidad de Exeter sobre enfermedades zoonóticas emergentes.
El 60% de la población mundial ya vive en las regiones de Asia y el Pacífico, y todavía se está produciendo una rápida urbanización. Según el Banco Mundial, casi 200 millones de personas se trasladaron a áreas urbanas en Asia Oriental entre los años 2000 y 2010.
Además, según el National Geographic, las enfermedades que pueden transmitirse entre animales y seres humanos, ocurren siempre, sin embargo, están sucediendo con más frecuencia debido a que el mundo se mueve más rápido. Es decir, un virus que brote hoy en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, puede estar mañana en Londres y dos días después en Nueva York.
Estamos más conectados de lo que se piensa y creemos, el transporte es una de las fuerzas determinantes sobre la propagación de los virus y eso ha quedado demostrado con la pandemia del Covid-19. Por lo tanto, el Nipah no debe pasar inadvertido.