La BBC entrevistó a tres científicos independientes que explicaron las teorías más frecuentes que se pueden encontrar en redes sociales.
1.- Alteración del ADN
Todos los expertos descartaron que la vacuna pueda cambiar de alguna manera el ADN, por ejemplo la vacuna de Pfizer/BioNTech usan fragmentos del material genético del virus o ARN mensajero, “el inyectar ARN a una persona no cambia nada del ADN de una célula humana”, explicó el profesor Jeffrey Almond de la Universidad de Oxford.
Se señala que la tecnología con ARN mensajero (ARNm) “nunca ha sido puesta a prueba o aprobada antes”, lo que en parte es verdad, nunca ha sido aprobada pero sí se han realizado múltiples estudios en humanos. Desde el inicio de la pandemia esta vacuna se ha sometido a un riguroso proceso de seguridad para su aprobación.
2.- El Microchip de Bill Gates
La segunda teoría afirma que la pandemia es un plan encubierto para implantar microchips en las personas y Bill Gates -fundador de Microsoft- estaría detrás de esto.
Si bien la Fundación Bill y Melinda Gates negó la información, esta teoría nació tras una entrevista donde el líder de Microsoft manifestaba que tendrían unos “certificados digitales” para corroborar quién se había recuperado, lo que condujo a un artículo titulado: “Bill Gates usará microchips implantados para combatir el coronavirus”, el cual fue ampliamente compartido.
Este hace referencia a un estudio financiado por la Fundación Gates, sobre tecnología que almacenaría registros de vacunas a través de una tinta especial aplicada al mismo tiempo que una inyección, algo que sería como un tatuaje invisible, algo que no se ha lanzado ni permitiría el rastreo de las personas, según informó Ana Jaklenec, una científica que trabaja en el estudio.
3.- Tejido fetal
Otra teoría apunta a que las vacunas contienen tejido pulmonar de un feto abortado: “No se han usado células fetales en el proceso de producción de ninguna vacuna”, afirmó el doctor Michael Head, de la Universidad de Southampton.
A través de un video que circuló en páginas antivacunas, se malinterpretó un estudio que afirmaba que la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford tenía este contenido, pero la verdad es que la investigación hacía referencia a la reacción en células humanas cuando la inoculación era inyectada.
Muchas vacunas son producidas de esta manera, explicó el doctor David Matthew, de la Universidad de Bristol. En el caso de Oxford dicen hacer trabajado con células clonadas, pero que estas “no son en sí células de bebés abortados”.
4.- Tasa de recuperación
La necesidad de vacunarse también ha estado en la palestra debido a las bajas probabilidades de morir, en un meme compartido en redes antivacunas se sostiene que la tasa de recuperación de la enfermedad es de 99,97% y que contagiarse de Covid-19 es más seguro que vacunarse.
Jason Oke, experto en estadística de la Universidad de Oxford, explica que aproximadamente el 99% de las personas que tienen el virus se recuperan, es decir, 100 de cada 100.000 morirán -una cifra mayor a la de 3 de cada 10.000 que sugiere el meme.
Aún así agrega que “en todos los casos los riesgos dependen mucho de la edad y no toman en consideración la mortalidad a corto y largo plazo de Covid-19”, por lo que se deben incluir otros factores, no se trata solo de sobrevivir.
Por cada persona que muere, hay otras que sobreviven pero atraviesan cuidados médicos intensivos y otras que sufren complicaciones de salud crónicas, esto contribuye a sobrecargar los servicios de salud, competir por recursos limitados de los hospitales.