Durante octubre de este año, el caudal del río Maipo mostró un aumento de su caudal en un 163% en comparación al mismo mes del año anterior y uno de los factores que ayudó fue la pandemia.
Las mediciones de la estación hidrológica El Manzano indican que en octubre de 2019 se registraron 39,3 m³/s (metros cúbicos por segundo), mientras que en octubre de 2020 fue de 103,6 m³/s, según comentaron desde la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP) a Emol.
Luis Hernán Pezoa, alcalde de San José de Maipo, comentó que el aumento del caudal se debe en parte a los deshielos: “En la alta cordillera se produjo una gran cantidad de precipitación sólida, gracias a ésta, y a la preservación por el frío, se logró que se acumulara la nieve que produjera el trasvasije normal, cuando empieza a hacer calor, es lo que debió ser siempre”.
Por otro lado, Daniela Rivera-Marín, Geógrafa, MSc Applied GIS and Remote Sensing, agrega los aportes de la pandemia: “El covid implicó un retroceso de la actividad minera, y el uso de agua consultiva para esa actividad se detuvo y los caudales no se vieron tan modificados respecto a su caudal natural, en el fondo, la naturaleza ha vuelto a tomar su curso”.
Aún así, la experta agrega que no será fácil recuperar la cantidad de agua que pasa por el curso de forma normal, ya que la DGA sostiene que existe un 6%: “va a depender de dos cosas: primero, el aspecto natural, es decir, si continúa o no la sequía, y la segunda, es la intervención humana como tal en el río, que es uno de los más intervenidos dado su condición y su torrente, y esas son las dos aristas que siempre compiten”.
Deshielos y autocuidado
Pezoa hizo un llamado a que los visitantes tengan cuidado con los golpes de agua producidos por el deshielo: “A veces la gente se mete a un estero, que más bien parece un arrollo, y se bañan allí, aun cuando está prohibido porque esto representa un riesgo aluvional, a veces llega un golpe de agua que los puede arrastrar. Quizá una persona adulta puede reaccionar, pero no los niños”.
También alerta a quienes acampan bajo las cascadas, debido a que en las noches estas “toman toda el agua del deshielo del día. Hace siete años atrás, una familia murió completamente sepultada bajo la cascada, producto del deshielo”. De ahí el llamado a respetar las señalizaciones del Sernageomin, el Municipio y el MOP.