Existen varias vacunas que ese están trabajando para enfrentar el Covid-19, entre ellas, una que le deberá su eficacia a un árbol mapuche.
En la corteza gris, oscura y agrietada del Quillay, árbol milenario endémico de Chile, se esconde el ingrediente fundamental para la vacuna contra el coronavirus que la farmacéutica sueco-estadounidense Novavax ya ha comenzado a probar en seres humanos.
Esta vacuna, que están en vías de aprobación, está en su fase final de ensayo clínico en Reino Unido. Este mes iniciará sus últimas pruebas en EE.UU., México y Puerto Rico.
El elemento clave de esta inyección es el Quillay, que los indígenas usan desde tiempos ancestrales como planta medicinal para curar todo tipo de males, desde enfermedades estomacales y respiratorias hasta problemas en la piel y reumatismos, y cuyas propiedades curativas son conocidas (y aprovechadas) por la industria cosmética, alimentaria y farmacéutica desde hace décadas.
El quillay ,quilleja saponaria si le preguntas a un científico, küllay para un mapuche, es conocido como el “árbol de la corteza de jabón” por sus saponinas vegetales, unas moléculas que hacen espuma al entrar en contacto con el agua y que se han convertido en un codiciado potenciador de la respuesta inmunológica de varias vacunas.
¿Qué son las saponinas y para qué sirven?
En Aire Fresco, Andrés González, gerente general de Desert King Chile explicó que la sasopina “es una molécula que se obtiene de forma compleja (…) Es un jabón al que le hemos encontrado propiedades”.
Asimismo, sostuvo que “no hay impacto en el recurso natural, porque son cantidades moleculares que no le ponen presión al árbol nativo. Además nosotros tenemos nuestras propias plantaciones”.
Las saponinas del Quillay pueden transformarse en adyuvantes, unas sustancias que amplifican el efecto de la vacuna. Pero el proceso es complejo.
Ante esto, el doctor Gregory Glenn, jefe de investigación y desarrollo de Novavax, señaló a BBC Mundo que “los adyuvantes se llevan desarrollando muchos años y apoyan la respuesta inmunológica de la vacuna, haciendo que sea mayor y de mejor calidad”.
“Proporcionan a nuestro sistema inmunológico una importante señal de alarma para que reaccione a la vacuna“, afirmó.
Asimismo, señaló que “la respuesta del sistema inmunológico a infecciones respiratorias virales, como la gripe o la covid, tiene que ser muy alta y robusta porque, a pesar de tener anticuerpos, nos enfermamos. Eso ocurre porque nuestra inmunidad es muy baja -o mayoritariamente nula, en el caso de la covid- para poder bloquear la infección”.
El quillay concentra las saponinas en su corteza y estas suelen extraerse del tronco.
La empresa que proporciona las saponinas a Novavax, la biotecnológica Desert King, desarrolló un procedimiento para extraer los agentes activos de la corteza y de la madera del quillay que, transformados en polvo, vende a Novavax para que pueda fabricar sus vacunas.
“Se sacan como 30 o 50 kilos (de saponinas) de un árbol grande. Se le limpia el corcho, la parte de arriba de la corteza, se la sacan con unos cuchillones, y lo demás lo botan. Es muy poca cantidad la que se puede extraer. Yo planteé extraerlas de la madera para no matar el árbol, y así nació nuestra empresa”, le cuenta a BBC Mundo el investigador chileno Ricardo San Martín, quien lidera el Departamento de Innovación de Desert King International desde San Diego, California.