En un proceso histórico por ser la primera vez que se procesa un caso dentro de su territorio, el Vaticano empezó a juzgar a dos sacerdotes, a uno por presuntos abusos sexuales y a otro por el encubrimiento de estos.
Gabriele Martinelli, un cura de 28 años es quien está siendo acusado de usar su autoridad (como coordinador de seminaristas entre 2007 y 2012) para abusar sexualmente de un joven, sobre quien uso amenazas y violencia.
Entre lo que se explicó hoy, Martinelli habría obligado a la víctima a “soportar relaciones carnales, actos de sodomía, masturbación de él y del propio joven en diversos momentos y lugares dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano”.
En el momento del delito, ambos eran menores de edad y se encontraban en “preseminario”, un espacio que sirve para que los adolescentes aclaren sus inquietudes religiosas y decidan si inician la vida sacerdotal.
Por otro lado, a Enrico Radice de 71 años, se le acusa de encubrir estos hechos como rector de este preseminario y de ayudar a Martinelli en repetidas ocasiones para eludir las investigaciones.
Las pesquisas comenzaron en 2017 junto con la publicación del libro “Peccato originale” del periodista Gianluigi Nuzzi, quien dio a conocer las denuncias hechas por otro seminarista Kamil Tadeusz Jarzembowski, un joven polaco que denunció lo que sucedía.
Jarzembowski no se convirtió en sacerdote pero sí comentó los abusos a su compañero de habitación y ahora será testigo en el juicio.