La Antártica chilena vivió el invierno más caluroso en 30 años
“Nada de esto debería estar sucediendo y va a tener un impacto a nivel mundial”, apuntó uno de los investigadores.
Una investigación realizado por la Universidad de Santiago, determinó que la Antártica chilena registró el promedio de temperatura máxima más alto de los últimos 30 años.
La medición con la que se llevó a cabo el estudio se tomó durante los meses del invierno austral, entre los meses de junio y septiembre, en la Isla Rey Jorge.
Encabezado por el climatólogo Raúl Cordero, el informe apunta que que las temperaturas se mantuvieron más de un grado por encima de las consideradas “normales”, con una máxima que alcanzó los 2,2 grados, el pasado 7 de junio.
“Este aumento de las temperaturas confirma que se retomó el ritmo acelerado de calentamiento global que durante las últimas dos décadas parecía amainar en la zona”, explicó el investigador a la agencia EFE.
Según lo anterior, el invierno de este 2020 fue el tercero más cálido del que se tiene registro, solo detrás de los ocurridos en 1982 y en 1989.
Efectos del verano “cálido”
El informe detalla que el alza en la temperatura evitó que se congelaran las aguas de la bahía, algo que sí sucede cada invierno y que favoreció el deshielo.
“Cualquier alza de temperatura sostenida se traduce en masa de nieve y hielo que se derrite, lo que implica alzas en el nivel del mar en todo el mundo”, explicó Cordero.
La isla Rey Jorge ha registrado 34 días con temperaturas consideradas “muy altas” y el derretimiento de la Antártica es el segundo factor que más contribuye al alza del nivel del mar, tras Groenlandia.
Aumento en precipitaciones
El experto también explica que durante los últimos años se ha registrado un aumento de las precipitaciones, especialmente por un superávit que ocurrió este año.
“El calentamiento global no solo calienta el aire, también calienta el agua y provoca que el mar se evapore y precipite”, agregó.
Entre junio y julio se registraron 24 días de lluvias “muy intensas”, que marcó la zona como el invierno más lluvioso desde 1970, una anomalía hidrológica: “Nada de esto debería estar sucediendo y va a tener un impacto a nivel mundial”, concluyó.
