“Ayer fui capaz de respirar por mis propios medios todo el día”, escribió a través de su cuenta de Intagram el líder opositor ruso, Alexei Navalny, tras su presunto envenenamiento.
El abogado aseguró en la publicación que “no usé ninguna ayuda externa, ni siquiera la válvula más simple en mi garganta. Me gustó mucho. Un proceso asombroso, subestimado por muchos. Lo recomiendo”.
Desde el pasado 22 de agosto, Navalny está hospitalizado en la clínica berlinesa de la Charité de Berlín por envenenamiento.
Tras salir del coma tres semanas después, su estado de salud ha ido mejorando, y este lunes el hospital indicó que al paciente se le había retirado de manera exitosa la ventilación mecánica y que era capaz de levantarse de la cama por breves periodos de tiempo.
Fuentes han asegurado que el opositor manifestó ante un un fiscal alemán que espera poder volver a Rusia apenas esté recuperado y “continuar su misión”.
El envenenamiento de Navalny
El pasado 2 de septiembre, el gobierno de Alemania aseguró que encontró rastros del agente nervioso Novichok en el cuerpo del abogado.
Las pruebas de toxicología, realizadas en un laboratorio militar alemán, mostraron “pruebas inequívocas” del envenenamiento, dijeron las autoridades.
El pasado 20 de agosto, el opositor al presidente ruso Vladimir Putin, comenzó a sentirse mal durante un vuelo que tuvo que aterrizar de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, donde fue inicialmente hospitalizado.
Tras esto, fue trasladado a Berlín, donde los médicos dijeron que había indicios de que había sido envenenado. Desde entonces permanece en estado de coma inducido.
¿Qué es el Novichok?
Novichok significa “recién llegado” en ruso y con esa palabra se denomina a un grupo de agentes nerviosos avanzados desarrollados por la Unión Soviética en las décadas de 1970 y 1980.
Este elemento tóxico actúa bloqueando la interacción entre nervios y músculos para provocar el colapso de muchas funciones corporales.
Los agentes de Novichok fueron diseñados para ser más tóxicos que otras armas químicas, por lo que algunas versiones de estos agentes nerviosos pueden provocar efectos fatales en 30 segundos o hasta en dos minutos.
En 2018, el exespía ruso Sergei Skripal, su hija y una pareja fueron envenenados con un agente de Novichok en la ciudad británica de Salisbury.
Se presume que los sospechosos identificados en el caso untaron el agente nervioso en la manija de la puerta de la casa de las víctimas.