¿Un atentado o solo una explosión?: Las hipótesis de lo que pasó en Beirut
El Líbano ha vivido una larga guerra civil (1975-1990) y que se encuentra en una región de numerosos conflictos, por lo que no es extraño que una explosión como esta se asociara a un ataque.
Más de 150 muertos y más de 4.000 heridos y docenas de personas desaparecidas es lo que dejó, hasta ahora, la explosión que ocurrió en Beirut el martes, informó el Ministerio de Salud del Líbano.
A eso de las 18:00 (horas local) se produjo una explosión en la zona portuaria de la capital, sucedida por un incendio y pequeñas deflagraciones que algunos residentes describieron como una suerte de fuegos artificiales.
Tras esto, se produjo la segunda gran y devastadora explosión, que lanzó una enorme bola de fuego al aire y generó una nube con forma de hongo.
Esa explosión arrasó con edificios, destruyó vehículos y provocó enormes daños por toda la ciudad, que alberga a unos dos millones de personas.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la magnitud de este estallido fue equivalente a un terremoto de magnitud 3,3.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, llegó a comparar la devastación con la causada por la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, de la que se cumplen este mes 75 años.
Según el presidente de Líbano, Michel Aoun, la detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio fue la causa de lo ocurrido. Además, explicó que este material había sido almacenado sin las condiciones adecuadas en el puerto.
¿Un posible atentado?
El Líbano ha vivido una larga guerra civil (1975-1990) y que se encuentra en una región de numerosos conflictos, por lo que no es extraño que una explosión como esta se asociara a un atentado.
Según BBC, algunos han apuntado a Israel como el responsable de este ataque, debido al pasado de enfrentamiento bélico y con el que persisten las tensiones fronterizas.
De hecho, el episodio más reciente ocurrió la semana pasada, cuando el gobierno israelí afirmó que había desmantelado un intento del grupo radical libanés Hezbolá de infiltrarse en su territorio.
Sin embargo, en conversación con el medio británico, un funcionario israelí negó rotundamente que su país tuviese algo que ver con la explosión, y el propio jefe de seguridad libanés también descartó esa posibilidad.
Por su parte, el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, aseguró en una rueda de prensa en la Casa Blanca que esta explosión fue en realidad un ataque.
“Me he reunido con algunos de nuestros grandes generales y ellos parecen sentir que lo fue (un ataque); no fue un suceso tipo explosión industrial”, advirtió el presidente estadounidense. “Esto parece que fue, según ellos (los generales), lo sabrán mejor que yo, pero parece que piensan que fue un ataque, fue algún tipo de bomba”, aseveró el mandatario.
La tensión al interior del Líbano
La explosión ocurre en un país con un contexto ya delicado, agravado por su peor crisis económica desde el conflicto bélico.
La situación pone de relieve las profundas divisiones en la sociedad libanesa, donde muchos ciudadanos acusan a la élite política dominante de acumular riqueza y dejar a un lado las amplias reformas necesarias para resolver los problemas del país.
Además, la pandemia de covid-19 ha puesto al sistema sanitario bajo una presión todavía mayor, a lo que se suma ahora la llegada de miles de heridos por la explosión a los hospitales de la capital.
Asimismo, el suceso se produjo en un momento complejo para el Líbano, justo antes de conocer el veredicto del juicio sobre el asesinato del ex primer ministro, Rafik Hariri, en 2005.
Debido a esto, se espera que el Tribunal Especial para Líbano, con sede en Holanda, emita el viernes su veredicto sobre los cuatro sospechosos de tomar parte en el atentado con coche bomba, todos miembros de Hezbolá.
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