Salud mental en cuarentena, el efecto global y quiénes son los más afectados
Una psicóloga y parte de la Organización Mundial de la Salud sostiene que el foco de las autoridades debería centrarse en promover los servicios de salud mental a través de espacios de trabajo, protección social, salud y educación.
Miedo a enfermarse, a morir, a perder seres queridos o medios de vida son solo algunos de los motivos a los que las personas se enfrentan durante la cuarentena. La psicóloga y directora de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dévora Kestel, sostiene que se le debe poner atención al bienestar psicológico en todos los círculos sociales.
Esta pandemia, según la experta, llega a compararse con efectos de catástrofes, guerras y ataques terroristas debido a su globalidad, ya que afecta a todos los países y causa incertidumbre sobre el futuro.
“Afecta a todos, ricos y pobres. El ébola estaba en África. El SARS en algunos lugares de Asia. Les pasaba siempre a los otros, en otro lugar. Ahora somos todos”, sostiene Kestel.
El impacto psicológico y a quienes afecta
La situación actual -a nivel de salud mental- es similar al de otras emergencias: “una de cada cinco personas va a estar afectada por un trastorno mental, ansiedad, depresión o patologías severas y eso ya es un número alto”, comenta la psicóloga, quien agrega que muchos más pueden verse afectados por angustia o estrés, lo que no es considerado como enfermedad mental, por lo que el número sería el doble.
Algunos de los riesgos psicológicos que se suman son la exclusión social debido a la separación y el aislamiento, además de la ansiedad e impotencia.
Las personas más vulnerables son los enfermos y los que han perdido a seres queridos, por otro lado, se encuentra el personal de la salud, cuya salud mental se agota por la sobrecarga de trabajo y por la posible discriminación y estigma de la que pueden ser víctimas.
Casos de violencia contra la mujer y niños han ido en aumento, el aislamiento afecta a la tercera edad por la falta de acceso a medicamentos y enfermos crónicos ven en riesgo su salud.
La relación entre la salud y la economía
Según la visión de la experta, el foco de las autoridades debería ser adaptar los recursos existentes y coordinar diversos sectores, promover la descentralización de los servicios de salud mental a través de los espacios de trabajo, protección social, salud y educación.
“Es una lucha compartida, proteger vidas y proteger los medios de vida. En condiciones normales, el desempleo se vincula con una salud mental empobrecida. Es decir, eso va a tener impacto en la salud mental”, comentó Kestel en El País.
Para finalizar, la psicóloga comentó que el sistema no debería colapsar y ejemplificó el caso de Zimbabue, donde se desarrolló el “Banco de la Amistad”, un proyecto en que el único psiquiatra de una localidad le dio una formación corta a mujeres de tercera edad, quienes se sentaban en un banco y daban consejos basados en una psicoterapia breve.
Con lo anterior no se buscaba reemplazar la terapia psiquiátrica, sino que se hacían cargo de una problemática que no necesitaba este tipo de tratamiento.