Más de 1,4 millones de casos y más de 85.000 muertos en todo el mundo ha dejado el coronavirus. En Chile, según el Minsal, han fallecido 48 personas por la enfermedad y hay 5.566 contagiados.
Debido al avance del Covid-19, se han dado a conocer una serie de teorías conspirativas que surgieron poco después de que se informaran los primeros casos en China.
Estas se centran en dos hipótesis: la primera, que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio chino y esparcido como arma biológica en contra de otras potencias.
Y la segunda, que ese mismo virus sintético había logrado escapar, como consecuencia de la negligencia de los investigadores chinos, y que empezó así a propagarse por el mundo.
Ante estas teorías, un grupo de científicos lograron establecer que el SARS-CoV-2 (el nombre del virus que causa el covid-19) no es una invención del ser humano, sino que es producto de la naturaleza.
“Pudimos determinar, a partir de decodificar el material genético del nuevo coronavirus, que no se trata de una creación de laboratorio, sino que es producto de la evolución natural”, aseguró a la BBC Mundo el el doctor Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, EE.UU., y uno de los miembros del equipo de investigación.
El científico explicó que “pudimos establecer que, a partir de las características genéticas del SARS-CoV-2, es imposible que alguien pudiera haberlo creado en un laboratorio“.
Garry junto a su equipo aseguran que “si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia”.
“Además, ese virus de murciélago es solo un 96% similar al SARS-CoV-2. No es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio”, añadió el científico.