¿Cómo hacer que los niños estudien en casa?
Aquí algunas ideas para implementar con los niños mientras no pueden asistir a la escuela debido a la cuarentena.
Con el cierre de las escuelas como medida para detener la propagación del coronavirus, también son muchos los padres que han sido enviados a trabajar desde el hogar.
¿Cómo podemos ayudar a aprender y mantener ocupados a los niños mientras trabajamos, sin recurrir necesariamente a tenerlos pegados a una pantalla?
Aquí algunas ideas:
1. Utilizar recursos educativos en línea
Algunos sitios web educativos están liberando sus suscripciones en tiempos de cuarentena. Por ejemplo, aquí puedes visitar museos desde la comodidad de tu casa, con un tour virtual y colecciones en línea. La biblioteca digital de la UNESCO también está disponible si quieres revisar algún libro o archivo para las tareas de tu hijo. O para ti.
Y desde el Mineduc y Currículum Nacional, implementaron Yo Aprendo + , una plataforma para estudiantes de primero básico a cuarto medio, que invita a explorar y aprender sobre el tema de su interés mediante una gran variedad de recursos de variadas fuentes: videos, simulaciones, cursos online, interactivos, lecciones completas, apps, entre otros. Además, semana a semana liberan clases en línea de Lenguaje y Matemáticas para todos los niveles.
2. Planificar rutinas
Para que el caos no se apodere de tu casa, organiza rutinas diarias. Aunque no haya colegios, que los niños se despierten a la misma hora que lo hacen el resto del año, se bañen, se cambien y se pongan a hacer sus deberes o las actividades que hayas organizado para ellos.
Recomendamos tomarse diez minutos antes de comenzar el día para organizarles las tareas del día antes de ponerse a trabajar, en caso de estar haciéndolo desde casa. La mayoría de las veces envían los deberes a los padres por internet, así que una buena idea es imprimirlos, para evitar que el niño utilice el computador y se distraiga.
Si tienes niños pequeños, organiza sus rutinas de comida, de siestas, de juegos, teniendo en cuenta de antemano que es necesaria la flexibilidad para adaptarse a sus necesidades.
3. Preparar un horario
Tal vez quieras intentar seguir el horario escolar normal de tu hijo, o decidir un plan en una reunión familiar. Lo importante es planificar el día del niño, teniendo en cuenta que debe existir un equilibrio entre el tiempo académico, el de dispersión y entretenimiento, el de descanso y el destinado a las comidas.
Además, es importante considerar que los niños más pequeños sólo pueden concentrarse en una tarea durante 10 o 15 minutos, así que tómense muchos descansos para moverse, cantar canciones y salir al aire libre, en la medida de lo posible.
4. Evitar la sobre información en los niños
El coronavirus es el gran tema los últimos días y las noticias no cesan durante las 24 horas. Aunque es importante mantenerlos informados, protégelos de la sobre información y especulaciones, que pueden crearles alarma y un miedo innecesario.
Sin embargo, también es necesario permitir que los niños y niñas dialoguen en torno a los acontecimientos actuales, que verbalicen sus emociones y recogerlas con respeto y tranquilidad (no minimizar ni exagerar ante sus emociones y necesidades).
5. Incentivar el orden y aseo
Este tiempo en casa es una gran oportunidad para hacer aseo general y ordenar cajones, libros y juguetes, entre otras cosas. Los niños pueden ayudar y crear nuevas costumbres. Organízate para ponerse todos manos a la obra: por ejemplo, pueden destinar una hora al día para el orden de cada habitación del hogar.
6. Estimular el ejercicio
No podemos salir de casa, pero podemos crearnos una rutina de ejercicios para hacer en casa puertas adentro. Los niños necesitan hacer al menos treinta minutos de actividad física al día y los adultos también necesitamos movernos, así que… ¡a ponerse en forma juntos!
Pueden hacer ejercicios juntos, bailar, saltar, practicar yoga o sesiones de meditación, que contribuirán a que los niños estén más calmados.
7. Fomentar la lectura
Leer un libro todos juntos o incentivar a que cada uno lea el que le interese, es una forma de enseñarle a los jóvenes un buen hábito. También se puede realizar una compresión lectora: pedirle a cada miembro de la familia que explique de qué se trata su lectura.