Este miércoles se publicó en la revista Science el descubrimiento de un equipo de científicos chinos del Instituto de Estudios Avanzados Westlake, en Hangzhou, y la Universidad Tsinghua de Pekín, que entrega una descripción detallada de cómo entra el Covid-19 a las células humanas.
En esta investigación, los científicos se adentraron al cuerpo humano en escalas de 2,9 armstrongs, lo que equivale a diezmilmillonésimas de metro. En estas minúsculas proporciones, se descubrió que el coronavirus entra a las células humanas a través de una “proteína vírica que encaja en la ACE2 como una llave en una cerradura”.
Este encaje permite que el virus introduzca en su material genético y, por consiguiente, hace que el cuerpo humano confunda este material como propio. De esta forma, empieza a fabricar proteínas virales y, en cuestión de unas pocas horas, hay millones de copias del material viral a través de las cuales se ensamblan duplicados del COVID-19 que revientan la célula y van a infectar otras.
Estos duplicados se denominan como ARN virales, y hacen que el cuerpo los confunda como ARN propio (ácido nucleico que participa en la síntesis de las proteínas y realiza la función de mensajero de la información genética), lo que hace que siga su instrucciones y así se multiplique el virus dentro del cuerpo humano, como se mencionó anteriormente.
Como cualquier otro ser vivo, los virus son agentes microscópicos que han ido evolucionando, por lo que cada vez eligen mejor sus puertas de entrada para ingresar a los diversos organismos. En el caso del Covid-19, ingresa a través de la proteína ACE2 para infectar a los seres humanos. Esto pues tiene un papel crucial en la producción de angiotensina, una molécula responsable de regular la presión sanguínea.
Creación de anticuerpos
Según dijo Luis Enjuanes, investigador del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB,) a National Geographic España, “lo ideal sería idear un anticuerpo monoclonal que bloquee el dominio de la proteína AC2, pero no que no llegue a inhabilitar todas sus funciones”. Sin embargo, también señaló que esta no es una tarea sencilla pues la proteína ACE2 tiene múltiples funciones, por lo que hay que tener especial cuidado en no afectarla.
Esto significa que ha habido un progreso muy grande para una potencial arma en contra del coronavirus, pero todavía queda camino por recorrer.