¿Cáscara de arroz para combatir la contaminación?: Sí
Un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba descubrieron que se puede reutilizar residuos de la cáscara de arroz para obtener un compuesto capaz de degradar los gases de nitrógeno, los que contaminan nuestro medioambiente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación que existe en nuestro planeta mata a tres millones de personas al año. Y un 90 % de estos fallecimientos ocurren en países de ingresos medios y bajos. Es por esto que muchos investigadores intentan buscar fórmulas para poder solucionar este problema que está afectando a la tierra.
Esto es lo que hizo un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba. ¿Su solución? Reutilizar residuos de la cáscara de arroz para obtener un compuesto capaz de degradar los gases de nitrógeno, el cual es muy nocivo para los seres vivos. Estos gases se generan con el uso de combustibles fósiles, los que se utilizan mayoritariamente en medios de transporte tradicionales.
Lo que los científicos españoles proponen es usar algo denominado fotocatalizadores —derivados de la cáscara de arroz—, los cuales pueden causar una reacción química en presencia de luz y degradar gases nitrosos. Este material se utiliza para cubrir la arquitectura urbana y así ayudar a purificar el aire de las ciudades más contaminadas. Si bien antes se han utilizado otros materiales similares, este resulta muy atractivo porque es barato, de fácil obtención y se activa por sí solo con la luz del sol.
Según indicó Adrían Pastor, investigador principal de este estudio, a National Geographic:
“La preferencia en su elección estaría, en que puede ser preparado por procedimientos de bajo coste, y porque es muy selectivo respecto al proceso de oxidación del óxido de nitrógeno. Esto significa que la fotooxidación del NO ocurre principalmente a nitratos y no al gas NO2, que es aún más tóxico”.
Otra ventaja también de este material es que puede funcionar incluso en días nublados. Además, es capaz de regenerarse de forma natural en los días lluviosos, pues estos sirven para limpiar la superficie. Según señala Pastor: “los días nublados, y sin viento ni lluvia, son aquellos en los que ocurren los mayores peaks de contaminación óxido de nitrógeno en las urbes”.
Lamentablemente, aún falta para que esto pueda ser llevado a cabo a gran escala. Este proceso se ha realizado únicamente en prototipos a escala dentro de un laboratorio y según indica Pastor, para su implementación se “requiere de una financiamiento especial, cosa que al minuto, no existe”.