Los grandes descubrimientos del telescopio ALMA en lo que va del año
El proyecto que inició sus operaciones en 2011 ha logrado una gran cantidad hallazgos, desde la turbulenta vida de los agujeros negros hasta la “Gran Brecha” del Sistema Solar .
El telescopio ALMA ubicado en el desierto de Atacama ha logrado varios hallazgos científicos en las últimas semanas, comenzando así una nueva era de descubrimientos en Chile.
En los últimos días, la maquinaria abren sus puertas del universo frío, los astrónomos comenzarán a utilizar la mayor separación posible entre las 66 antenas del radio de ALMA, con una distancia de 15 kilómetros. Lo que se obtuvo con eso fue una mayor nitidez alcanzable capaz de investigar el universo frío, estos no se pueden observar con telescopios convencionales, es por eso que el descubrimiento causa asombro entre los investigadores.
Quienes lograron esta nueva configuración fueron científicos del Instituto de Astrofísico de la Pontificia Universidad Católica (IA-PUC) y del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA). Gracias a esto se logró obtener la imagen más nítida del gas frío ubicado en la región central de un choque de galaxias, un gas que alimenta simultáneamente a dos agujeros negros supermasivos a 360 millones de años luz de nuestro planeta.
La turbulenta vida de dos agujeros negros
Un equipo internacional de astrónomos ha utilizado el telescopio ALMA para obtener una imagen más detallada del gas que rodea dos agujeros negros supermasivos.
Algunos expertos aseguran que podrían ser tres los universos que se encuentran en un proceso de colisión en la constelación de Ofiuco, dando así origen a una nueva galaxia conocida como NGC 6240. Esta información nos entrega un adelanto de lo que ocurrirá en nuestra Vía Láctea cuando se fusione con nuestra vecina Andrómeda, en unos 5 millones de años de distancia.
Según los descubrimientos de ALMA, la colisión entre las dos galaxias originales sigue en curso y está acercando a dos agujeros negros que probablemente se fusionarán para formar uno aún más grande.
“La clave para entender este sistema de galaxias es el gas molecular”, explica Ezequiel Treister, de la Pontificia Universidad Católica, en Santiago. “Este gas es el combustible que se requiere para formar estrellas, pero también alimenta los agujeros negros supermasivos y les permite crecer”.
La “gran brecha” del sistema solar
Otro descubrimiento astronómico que ocurrió en los últimos días fue el hallazgo de una frontera entre Júpiter y Marte que podría explicar el origen de la vida en la Tierra.
Así como en nuestro mundo tenemos cadenas montañosas que dividen a un territorio de otro, el Sistema Solar también tiene una barrera conocida como “Cinturón de Asteroides” que marca dos áreas muy distintas. Esta se encuentra ubicada entre Marte y Júpiter y los científicos se refieren a ella como la “gran brecha”, lo que se podría comparar como si fuesen dos continentes distintos.
Por un lado se encuentran los llamados planetas terrestres, denominados así por estar más cerca del Sol, son calientes, rocosos y están llenos de metal. Estos son Mercurio, Venus, Tierra y Marte. En el otro están los planetas jovianos, estos son gaseosos, helados y ricos e materiales carbónicos. Se denominan así por Júpiter y estar cerca de él, estos son Saturno, Urano y Neptuno.
“Eso es una diferencia profunda”, comenta Stepeh Mojzsis, profesor de ciencias biológicas en la Universidad Colorado Boulder, y autor de la investigación que cambia lo que hasta ahora se sabía sobre lo que el llama la Gran brecha, en una entrevista a BBC Mundo.
El investigador también sugirió que durante la formación del Sistema Solar se creó una estructura en forma de anillo de gas y polvo alrededor del Sol, creando así dos regiones. En investigaciones del telescopio ALMA, Mojzsis observó que muchas estrellas distantes están rodeadas por estos discos y gas de polvo.
Cabe destacar que esta barrera no es infranqueable y eso tiene gran importancia para la aparición de la vida en la Tierra. Entre los materiales que lograron cruzar esta frontera se encontraban algunos ricos en carbono, que a su vez permitieron la formación de agua y la evolución del planeta hizo posible la vida.