Al gran árbol genealógico humano le creció una nueva rama. Se trata de una extinguida especie humana que vivió hace miles de años en Filipinas y que se denominó como Homo luzonensis, en alusión a la isla más grande del país, Luzón, donde fue descubierta.
El hallazgo, que estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario y fue publicado esta semana en la reconocida revista de ciencia Nature, corresponde a un trabajo que comenzó a gestarse hace más de una década cuando aparecieron los primeros restos en la cueva de Callao en la isla de Luzón: un hueso que databa de al menos 67 mil años y que los investigadores relacionaron con un pequeño Homo sapiens.
Sin embargo, posteriormente otras excavaciones de la cueva de Callao descubrieron un hueso del muslo, siete dientes, dos huesos del pie y dos huesos de la mano, con características diferentes a las de otros parientes humanos, afirma el equipo, co-dirigido por Florent Détroit, paleoantropólogo en el Museo Nacional de Historia Natural en París. Los restos provienen de al menos dos adultos y un niño.
“Juntos, crean un fuerte argumento de que esto es algo nuevo”, dijo Matthew Tocheri, paleoantropólogo de la Universidad de Lakehead en Thunder Bay, Canadá.
Según adelantan en el artículo, este hallazgo reanudará los debates sobre cuándo los antiguos familiares humanos abandonaron África por primera vez. Por ahora, la edad de los restos, alrededor de 50 mil años, permite especular que varias especies humanas diferentes alguna vez coexistieron en el sureste de Asia.
Si bien el Homo luzonensis tiene similitudes con los humanos recientes, también presenta rasgos que se asemejan a los australopithecines, criaturas similares a los primates que caminaban sobre dos patas y que vivieron en África entre dos a cuatro millones de años atrás.
“Si especies del tipo Australopithecus fueron capaces de llegar al sudeste asiático, esto cambia nuestras ideas previas sobre quiénes, de nuestros familiares, dejaron África primero”, plantean en un artículo de la BBC.
Hasta ahora se creía que el Homo erectus había sido el primero que emigró desde el continente africano, hace alrededor de 1,9 millones de años. Pero en vista de que a la isla Luzón solo se podía llegar por mar, este descubrimiento también abre interrogantes sobre cómo se trasladaron las especies pre-humanas.