La tecnología en la música está más vigente que nunca y es que a través de la startup Sounditi, por primera vez la neurociencia se unió a la composición de melodías.
Alfonso González Aguilar, músico y pianista, inició este proyecto con el fin de crear un “sonido corporativo” para distintas marcas, la cual se basa en los valores que la empresa quiere transmitir.
Minsait, una compañía de innovación y tecnología, fue la primera que decidió contratar este servicio para crear lo que ellos llamaron su “grito de guerra”.
¿Cómo se vincula la neurociencia y la música?
Para cumplir con este propósito se utilizaron máquinas como un encefalógrafo y un pulsómetro, los que analizaron el cerebro y el comportamiento de cientos de trabajadores, equipo directivo y clientes.
“Lo que tratamos de transmitir son una serie de emociones y aquí hemos alineado estas con unos valores de marca”, sostuvo González a la revista Retina.
Luego de examinar los análisis de todos los participantes a determinadas melodías, ritmos y tonalidades, el producto final resultó en una canción que simula pertenecer a una película épica o de héroes.