Un activista negro logró convertirse en el líder de un emblemático grupo neonazi para acabar con él
James Stern, un californiano de 54 años, se ganó la confianza del dirigente del Movimiento Nacional Socialista hasta que este le cedió el cargo.
Podría ser comparado con una especie de golpe de Estado o con una secuela de la última película de Spike Lee, “El infiltrado del KKKlan”. Lo que hizo James Stern, un activista afroamericano de 54 años, se impone ante varias ficciones: engañó al líder del Movimiento Nacional Socialista (NSM), un emblemático grupo neonazi de Estados Unidos, y consiguió tomar su control para tratar de desarticularlo desde dentro.
“El señor James Stern me engañó, me convenció de que para proteger a nuestro grupo del proceso judicial en el que estamos inmersos debía cederle la presidencia”, acusó quien fuera el líder de la agrupación, Jeff Schoep, en un comunicado al que accedió EFE.
Este proceso al que se refiere el “comandante Schoep”, como se hacía llamar entre sus afiliados, tiene que ver con las protestas que se llevaron a cabo en Charlottesville el 12 de agosto de 2017 y que desembocaron en la muerte de la joven Heather Heyer, atropellada por un supremacista blanco. En aquel atentado, se vieron involucrados varios grupos extremistas, entre ellos el NSM.
Por este motivo Schoep estaba muy preocupado, ya que temía por las repercusiones personales y económicas. “Él sabía que tenía los miembros más vulnerables e impredecibles que había habido jamás en la organización”, explicó James Stern en una entrevista al Washington Post. “Se dio cuenta de que alguien cometería un delito y que él iba a acabar siendo considerado responsable de ello”, agregó.
De este temor se colgó Stern para ejecutar su jugada maestra. Se dispuso a ayudar a limpiar la imagen del grupo neonazi y, tras realizar algunas medidas, fue ganando la confianza de Schoep, quien terminó confiándole sus inquietudes respecto al proceso judicial. Y así, sin más, Stern se ofreció para tomar su cargo y canalizar las repercusiones.
Ya en el mando del NSM, el activista afroamericano, aunque no es reconocido por los miembros del grupo, ha comenzado a tomar medidas. Según confirma la BBC, Stern ya solicitó el cambio de domicilio y de representantes legales del grupo, que aparecía a nombre de Schoep y del abogado Elmer Woodard, cara legal del supremacismo blanco en Estados Unidos.
Otro documento de la corte, también citado por la BBC, nombra a Stern como el representante en una demanda civil que denuncia que el NSM estuvo entre las organizaciones que provocaron “daños emocionales y económicos” a decenas de personas en Charlottesville en 2017. Asimismo, el activista, en su rol de presidente, ya le solicitó a un juez que declare al grupo culpable de conspirar para cometer actos de violencia.