La imagen del millennial atrapado en las redes sociales y con el rostro iluminado permanentemente por una pantalla es retratada de distintas formas en la actualidad. Sin embargo, hay muchos que se salen del estereotipo y luchan por cambiar el mundo. Ese grupo tiene una característica especial: cuenta con líderes mujeres y denuncian problemáticas que impactan.
Por eso mismo, un artículo de El País destacó a las 10 mujeres activistas menores de 25 años que están cambiando el mundo de distintas formas. Te mostramos las que más nos llamaron la atención.
Sonita Alizadeh
Esta joven afgana se hizo viral gracias a la combinación de una compleja biografía con su talento musical. Su videoclip “Brides for Sale”, en el que al ritmo de rap denuncia los matrimonios forzosos de adolescentes en su país, la salvó de casarse a los 16 años y le sirvió para trasladarse a Estados Unidos, donde obtuvo una beca de estudios.
Sonita, que nació en Afganistán y luego fue refugiada en Teherán producto de los conflictos bélicos, desde niña escribió canciones sobre la guerra, la violencia y los derechos de las mujeres. Así, fue descubierta por la directora de cine iraní, Rockhsareh Ghaem Maghami. quien decidió grabar un documental sobre ella titulado “Sonita”. Gracias a eso, la joven de 16 años logró postergar por seis meses su venta a un hombre y su madre recibió 2.000 dólares.
De este trabajo documental surgió el videoclip con el que se dio a conocer, el que está inspirado en su huida de un matrimonio forzado. “Soy vista como un cordero, que solo crece para ser devorado”, canta la joven en una canción que prontamente fue escuchada por Stongheart Group, una ONG que le ofreció una beca para estudiar en Estados Unidos. Allí, Sonita espera terminar sus estudios para volver a su país y seguir con la lucha.
Jazz Jenning
A los seis años, a Jazz Jenning le diagnosticaron disforia de género y comenzó una transformación paulatina. Cinco años más tarde contó su historia en una entrevista televisiva, lo que la motivó a crear su propio canal de YouTube, titulado “I am Jazz”.
Desde allí comenzó a narrar los pormenores de la vida de una niña transgénero, tanto los problemas personales como la presión de la sociedad. Describió insultos, desprecios y amenazas. Todo sumado al drama que vivió en el colegio: “no la dejaban ir a los baños de niña y no podía jugar en los equipos femeninos”, revela el artículo ya citado.
En 2007, fundó junto a sus padres la fundación Transkids Purple Rainbow Foundation, que tuvo como fin ayudar y orientar a otros niños transexuales y a sus familias. En 2013, también creó la empresa Purple Rainbow Tails, que fabrica y comercializa colas de sirena de silicona para recaudar fondos que beneficien a la comunidad LGTBIQ.
Jennin, además, grabó el reality “I am Jazz”, y publicó el libro “Siendo Jazz. Mi vida como una adolescente transgénero”. En el 2018, ya con 18 años, esta joven, que inspiró la primera muñeca trans del mercado estadounidense, concretó su operación de cambio de sexo.
Amika George
Amika George, de 18 años, creó la ONG Free Periods, desde donde combate y denuncia la pobreza menstrual de muchas mujeres. Y aunque esto suene a una problemática del tercer mundo, también se da en países desarrollados como Reino Unido, donde esta joven vive.
George se motivó al ver que muchas adolescentes de familias de escasos recursos no tenían dinero para comprar compresas o tampones y usaban calcetines, trozos de camisetas viejas o papel higiénico robado en servicios públicos en su reemplazo. Otros casos que le llamaron la atención eran los de adolescentes que dejaban de ir a clases o de salir durante su período, por miedo a mancharse o porque no se sentían seguras.
“Hay que romper los tabúes sobre la regla y hablar de ella, ya que el silencio que hay entorno a ella no hace sino potenciar el problema”, dijo en una entrevista con Vogue UK.
Amika George organiza una protesta pacífica para pedirle al gobierno inglés que facilite productos de higiene íntima a las mujeres con pocos recursos cada 20 de diciembre.