Cómo fue el lobby de la Casa Blanca en la ONU para evitar que Bachelet asumiera como Alta Comisionada para los DD.HH.
Según el artículo de Foreign Policy, la administración actual tiene problemas con la ex mandataria debido a su visión sobre el aborto, Israel y al situación de América Latina.
El año pasado, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó hacer una campaña para evitar que la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, fuese nombrada como Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.
Según el artículo de la prestigiosa revista Foreign Policy , esta situación fue relatada en un memorándum, escrito por la ex embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley. En el texto, explica que “en mayo del año pasado, su jefe de gabinete, David Glaccum, junto con otro asesor, Morgan Viña, le consultaron a María Luiza Ribeiro Viotti, jefa de gabinete del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, si Michelle Bachelet era candidata para el cargo en la organización”.
Este este oficio, la ex embajadora expresó su malestar debido a que las preguntas sobre la competencia que tenía Bachelet para el cargo fueron ignoradas. Si bien en el texto no muestra una petición textual por parte de EE.UU. para que ONU bloqueara este nombramiento, deja en claro que desde la Casa Blanca buscaban detener esta designación.
En julio pasado, el secretario de Estado adjunto para temas de organizaciones internacionales, Kevin Moley, y su principal asesora, Mari Stull, se reunieron con David Vennett, un ex miembro del equipo de transición del mandatario en asuntos exteriores que luego fue contratado por el secretario general de la ONU para su equipo, con el fin de mantener el vínculo con la Casa Blanca.
El texto revela que “Stull envió mensajes a Vennett expresándole sus reparos” y que “incluyeron fotos de Bachelet lado a lado con dictadores latinoamericanos”, agrega el mismo documento, aunque no se precisa a quiénes se refiere.
Asimismo, esta asesora presentó sus reparos respecto de que “Bachelet legalizara el aborto en tres causales en Chile”. Además, el documento revela de una reunión entre Morgan Viña, otro de los asesores de Haley ,y Vennett el pasado 23 de julio.
En ese encuentro, Viña le explicó a Vennett que “los israelíes les comunicaron que el secretario general estaba considerando a Bachelet y que no la apoyan, y que nosotros también teníamos reparos”.
El pasado 6 de agosto, Vennett envió un correo electrónico a Viña indicando que Guterres planeaba nombrar a Bachelet a pesar de las reservas de Estados Unidos.
Pese a las presiones de Viña y el llamado de Vennett al jefe de la ONU para que detuviera el proceso, ese mismo día se le ofreció el puesto a la ex mandataria.