La ciencia ha explicado diversas cosas sobre los hijos. Por ejemplo que en general los mayores son más inteligentes pero tienen peor salud y los menores pueden tender a portarse peor, pero un nuevo estudio reveló que tener un segundo hijo afecta la salud mental de los padres.
La investigación australiana se basó en más de 20.000 casos durante 16 años y analizó cómo el nacimiento y crianza de los hijos afecta el estado de sus progenitores, tanto a largo como a corto plazo.
Madres: Las más afectadas
Según los expertos, con la llegada de un segundo hijo se incrementan las exigencias y aumentan las diferencias entre los roles de ambos padres, lo que puede favorecer el desarrollo de problemas de salud especialmente los relacionados al estrés.
La mayor parte de la carga se la llevan las madres debido al descanso postparto y a que actualmente se mantiene una mentalidad tradicional, en que los hombres suelen seguir trabajando. Ellos a pesar de que también tienen un deterioro de su salud mental, no lo sufren a largo plazo, concluye el estudio mencionado en El País.
¿Es el segundo hijo el culpable?
“El efecto sobre la salud mental es incuestionable, pero lo que lo empeora no es el hecho de tener un segundo hijo sino la falta de corresponsabilidad doméstica, además de las condiciones económicas y sociales”, explica Alberto Soler, psicólogo y autor del libro “Hijos y padres felices: Cómo disfrutar la crianza”.
Los expertos confirman que, si bien se añade más estrés a la vida parental, hay formas de de frenarlo, desarrollando una paternidad positiva. “Las habilidades parentales ya están cuando se tiene el segundo hijo, solo que el centro de atención se divide en dos”, indica Amaya Prado, psicóloga educativa y parte de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
Recientemente la duquesa de Cambridge, Kate Middleton se refirió al mismo tema, donde comentó las dificultades con las que se ha encontrado tras volver a ser madre en una entrevista con el Huffington Post. Ahí Middleton declaró “es muy duro. Tienes mucho apoyo con el bebé, especialmente durante los primeros días, pero cuando cumple un año la ayuda desaparece”, agregando que “a pesar de contar con ayuda y de ser la experiencia más maravillosa y gratificante”, la maternidad “puede ocasionar problemas de seguridad y de soledad”.