Saber por qué llora un recién nacido puede ser muy confuso para un padre o madre, especialmente si se trata de su primer hijo, algo que la inteligencia artificial está ayudando a interpretar.
El experimento surgió de la experiencia real de Ana Laguna Pradas, científica de datos, que mientras estaba embarazada se preguntó cómo iba a a entender a su hijo cuando naciera.
La científica buscó aplicaciones móviles que le sirvieran de guía, pero no tuvo mucho éxito, por lo que decidió hacerlo ella misma. Su intuición le decía que todos lo llantos de un niño tienen patrones, los que era probable que se pudieran interpretar con inteligencia artificial.
“El llanto del bebé no deja de ser otro medio de comunicación oral. Además, si Jane Goodall comprende el lenguaje de los chimpancés, ¿por qué no intentar traducir las necesidades de un recién nacido con un algoritmo?”, dijo Laguna en El País.
La científica grabó los llantos de su hijo durante cuatro meses y los clasificó en hambre, enfado y sueño, y recurrió a los espectogramas para hacer un mejor análisis.
Desafortunadamente la falta de muestras para completar el estudio le impidieron terminar, por lo que separó los ejemplos en “hambre” y “no hambre”, dejando de lado las demás clasificaciones.
Pero eso no detuvo a Laguna, ya que para poder avanzar más rápido creó la ONG “Traduciendo llantos de bebés” donde los padres pueden colaborar de diversas formas, incluyendo los audios de sus hijos llorando.
El caso norteamericano
Ariana Anderson, neuropsicóloga computacional de la Universidad de California en Los Angeles tuvo una idea similar al escuchar llorar a su tercer hijo, lo que la llevó a diseñar un algoritmo que mejora la percepción humana en base a los patrones que reconoció.
El equipo de Anderson lanzó Chatterbaby, una app que da un porcentaje con el motivo más probable del llanto, la que es capaz de distinguir entre dolor (con un 90% de éxito), inquietud (85%) y hambre (60%), y está disponible para iOS y Android.