La Fontana di Trevi es uno de los lugares turísticos más importantes de Roma y no sólo por su belleza, también por la leyenda que gira a su alrededor: Tirar una moneda para volver, dos monedas para encontrar el amor y tres para casarse.
Desde el año 2001 todas las monedas recogidas en la Fontana di Trevi son donadas a Cáritas, una ONG dependiente de la congregación católica que ayuda a personas en estado de pobreza en la ciudad y que solo con lo recogido en esta fuente, reúne alrededor de 1.5 millones de euros anualmente (más de 1.100 millones de pesos chilenos).
Una ordenanza municipal indicaba que desde el 1 de abril de este año, el dinero que los turistas arrojan en la gran fuente sería usado para la conservación de monumentos e la infraestructura de la ciudad.
Esta decisión provocó críticas tanto de los italianos como de la Iglesia, con la publicación de un duro artículo titulado “Dinero robados a los pobres” en el periódico de la conferencia episcopal italiana Avvenire.
Foto: LUCIANO DEL CASTILLO (EFE)
En una reunión para estudiar la ordenanza, la alcaldesa Virginia Raggi dio un paso atrás y aseguró que no se planteó la posibilidad de quitarle a Cáritas estos recursos: “garantizo, en primera persona, que no se le restará una sola contribución de esta administración. Sobre las monedas, confirmo que seguirán a disposición de las actividades caritativas”.
“Roma quiere seguir siendo la capital de acogida de los más débiles”, dijo Raggi, quien destacó la labor que desarrolla esta ONG con las personas necesitadas.
La alcaldesa incluso fue más allá y aseguró que también les donará el dinero recogido de las demás fuentes de la ciudad, que suman más de 150 millones de pesos chilenos.
Cada tres meses, Cáritas proporciona un informe a la municipalidad sobre cómo se han gastado las monedas de la Fonatana di Trevi, las que principalmente están enfocadas en dar refugio a personas sin hogar, un comedor social y supermercados gratuitos.
