Las vacas, consideradas animales sagrados por el hinduismo, se han convertido en una de las principales víctimas de la contaminación por plástico en las calles y vertederos de la India.
El acelerado desarrollo del país asiático durante los últimos años ha provocado que estos bovinos, que antes pastaban en campos, estén cada vez más presentes al interior de las ciudades y hayan convertido su dieta natural a restos de comida mezclados con basura y plásticos, además de otros desechos nocivos como clavos, sogas e incluso papel aluminio.
En el centro de acogida de animales Sanjay Gandhi Animal Care Centre (SGACC) en Nueva Delhi se practican cientos de operaciones en vacas y búfalos, las que tienen que ver con emergencias por atropellos en carreteras o por maltratos, además de las extracciones de plástico, que han aumentado durante los últimos años.
“Todos rezan a la vaca, pero existe muy poca protección. La vaca es el animal más maltratado de la India”, asegura a la agencia EFE Ambika Shukla, gerente del refugio de animales.
Estos animales llegan al recinto con el estómago repleto de basura. Allí, un grupo de veterinarios los seda y, tras depilar la zona de intervención, realizan una cirugía de extracción que dura por más de tres horas.
“En algunas encontramos menos y en otras más: 50, 60 o 70 kilos, la cantidad máxima ha sido de 90 a 95 kilos”, señala a EFE Ajit Tyagi, supervisor del centro Sanjay Gandhi.
Paradójicamente, la creencia hindú considera que la vaca es portadora de 330 millones de dioses, por lo que su carácter de “sagrada” impide que puedan ser sacrificadas, lo que lleva a que muchos las abandonen cuando dejan de producir leche. Las consecuencias son que miles de vacas deambulan libremente en las calles de las grandes ciudades y se alimentan con desechos.
En tanto, la problemática de los plásticos ha provocado que en varios estados de India se legisle para prohibir las bolsas plásticas más gruesas. Sin embargo, la implementación parece no ser efectiva.
“En general, el asunto del plástico está recibiendo mucha atención y las leyes están cambiando, pero la implementación es siempre un problema mientras las bolsas de plástico se sigan fabricando”, señala Clementien Pauws, fundadora de Karuna, una asociación enfocada desde el año 2000 en la protección de animales.
Además de este problema, las vacas enfrentan otro tipo de maltratos en esta zona. Es común que se les inyecte un fármaco hormonal para que produzcan más leche, el cual les genera dolor intenso, y existen denuncias por la extracción de sus cueros para la venta incluso cuando todavía están vivas.
La información es de EFE.