Efectos de la recompensa instantánea: ¿Se puede ser adicto a Netflix?
El caso de un joven indio de 26 años que tuvo que ser tratado por su adicción a Netflix enciende alarmas respecto al tiempo que los usuarios dedican a consumir series o películas. ¿Pero realmente es un problema de la televisión por streaming? ¿O, más bien, se trata de algo relacionado a la persona?
Las ‘maratones’ de series son un componente cada vez más habitual dentro del panorama de los hogares. Ya sea como factor común en la familia o una práctica frecuente entre quienes disfrutan del tiempo libre en soledad.
Hasta ahí todo bien. Pero cuando el entretenimiento se transforma en la necesidad de estar constantemente frente a una pantalla viendo series o películas, surge un problema.
Un artículo publicado por El País señala que la televisión por streaming, como Netflix o HBO, cuenta con un ingrediente que la hace susceptible a la adicción: la recompensa instantánea. Gracias a la disponibilidad de contenidos, el usuario no necesita esperar una fecha determinada para ver el siguiente capítulo de su serie, o, de suceder eso, cuenta con un catálogo de opciones inmenso para suplir esa expectativa.
Sin embargo, algunos expertos creen que es mejor enfocarse en lo que sucede con la persona más que preocuparse por lo que provoca la adicción.
“Cualquier inclinación desmedida hacia alguna actividad puede desembocar en una adicción (…) Lo que separa una afición de una adicción es que de conductas normales se pueden hacer usos anormales si la frecuencia o cantidad de tiempo/dinero invertidos condicionan negativamente las relaciones personales, laborales o de salud de la persona afectada”, explica Enrique Echeburua, académico de psicología clínica de la Universidad del País Vasco, a quien cita el diario español.
Lo que describe el especialista se conecta con un caso que ha tenido amplia cobertura internacional. Se trata de la historia de un joven indio de 26 años que tuvo que ser tratado por su adicción a Netflix. El hombre se refugió en la plataforma de streaming luego de perder su empleo, pasó días enteros viendo contenidos y cuando alguien le decía algo sobre su comportamiento, su actitud lo empujaba a sumergirse todavía más en esta conducta, que se extendió por alrededor de seis meses.
La alarma para esta persona, cuentan en diversos medios, se encendió cuando su comportamiento derivó en síntomas físicos como el enrojecimiento de ojos, sueño irregular y agotamiento producto de los largos periodos que pasó frente a una pantalla. Lo que lo llevó a tener que tratarse.
Echeburua apunta a que la forma de combatir este tipo de adicciones es “desconectar para reconectar”, y que lo ideal es apartarse en un lugar “donde se garantice una abstinencia total de las series durante un tiempo (2-4 semanas), de manera que se desconecte por completo para aprender a reconectarse de una manera no problemática”.
Según cifras entregadas por Netflix en 2017 respecto al comportamiento de sus abonados, los usuarios consumieron un promedio de mil millones de horas de contenido semanalmente.
