La celebración de Fiestas Patrias a mediados de septiembre es una fecha ideal para tomar un relajo primaveral, para olvidarse de las presiones, celebrar y, por qué no, de aventurarse en un reconfortante viaje.
Por eso, a modo de tentación, en la previa de estas “mini vacaciones” te iremos mostrando algunos destinos que podrían servirte como alternativa para celebrar un “18” distinto.
Una experiencia mística en San Pedro de Atacama
103 kilómetros al oriente de Calama, adentrándose en el desierto más árido del mundo, se encuentra San Pedro de Atacama. Sector al que se puede llegar aproximadamente en una hora y media, tomando un transfer desde el aeropuerto o arrendando un auto en la capital de la provincia de El Loa.
Se trata de un llamativo oasis a casi 2.500 metros sobre el nivel del mar, al borde del Salar de Atacama. Allí se emplaza este antiguo pueblo con pintorescas calles de tierra y casas de adobe, en donde se mezclan vestigios de culturas ancestrales con la diversidad de turistas provenientes de distintas partes del mundo.
Dentro de esta localidad podrás encontrar más de un centenar de agencias de viaje. Una oferta que te permitirá cotizar y armar un itinerario para visitar la variada oferta de destinos turísticos que existen alrededor de San Pedro, en pleno Desierto de Atacama, entre los que destacan géiseres activos, lagunas de intensos colores, deslumbrantes salares y ruinas arqueológicas.
Uno de los atractivos más alabados de esta zona tiene que ver con el paisaje. Las luces de los amaneceres y atardeceres propician una vista paradisíaca de la cordillera desértica y de las dunas, las que se presentan imponentes entre la paleta de colores que entrega la iluminación solar indirecta.
Un panorama imperdible para apreciar estos momentos es visitar el Valle de la Luna y el Valle de la Muerte. Estas llanuras volcánicas se encuentran a solo cinco kilómetros del pueblo y se pueden recorrer arrendando una bicicleta e idealmente pagando una expedición guiada.
Así mismo, otro paisaje indispensable en San Pedro de Atacama es el del cielo nocturno. Las condiciones climáticas del desierto permiten una vista privilegiada de las estrellas y los dinstintos fenómenos astronómicos. Este panorama se puede disfrutar por medio de un tour de observación turístico o visitando junto a lugareños distintas locaciones.
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