Abuso sexual en refugios de menores migrantes en Estados Unidos
Dos casos de abuso sexual contra menores migrantes por parte de funcionarios de centros de detención destapan las precarias condiciones de vida que hay dentro de estos recintos. Una situación alarmante que exacerba las críticas a las políticas migratorias de Trump.
Recientemente salieron a la luz casos de abuso sexual contra adolescentes migrantes al interior de refugios contratados por el gobierno de Donald Trump.
La noticia fue conocida por los procesos judiciales contra dos funcionarios de establecimientos ubicados en Arizona, los que despertaron nuevamente los cuestionamientos hacia las severas políticas migratorias implementadas en Estados Unidos.
Según informa The New York Times, el 31 de julio la policía de Phoenix detuvo a Fernando Magaz Negrete (32) por delitos de abuso sexual y tocamiento de menores, luego de que fuera visto, un mes antes, besando y acariciando a una niña de 14 años al interior de un recinto.
Justamente un día previo a ese arresto, los fiscales federales detallaban una situación similar: otro funcionario de un centro de detención, Levian D. Pacheco, de 25 años, quien es VIH positivo, era acusado de tocar a seis menores varones y practicarles sexo oral a otros dos, entre agosto del 2016 y julio del 2017.
Estos casos han destapado la precaria situación en la que viven los menores migrantes refugiados. Así lo pudo comprobar un fiscal federal de Arizona que investiga el caso de Pacheco, quien reveló que el centro donde el acusado trabajaba “es un entorno carcelario”.
A principios de año, este mismo fiscal le relató al juez que los funcionarios de Casa Kokopelli, un refugio en Arizona, vigilaban a los menores dentro de sus habitaciones cada 15 minutos.
“Se dice que durante esas revisiones y en otros momentos, el acusado entraba y tocaba a estos niños”, comentó Robert I. Brooks, asistente del fiscal de Estados Unidos, en una audiencia, según documentos del tribunal a los que accedió The New York Times.
“Todos estos niños son especialmente vulnerables. Son niños. Son menores. Están en Estados Unidos sin un estatus. No conocen la cultura ni las costumbres y desconocen su futuro”, contó Brooks.
En este caso, el detalle de las acusaciones fue el testimonio de las víctimas. Un menor guatemalteco indicó que Pacheco entró al baño muy temprano y lo tocó mientras se lavaba las manos. Un segundo menor dijo que lo acarició en su cama durante la noche. Y otro aseguró que le agarró la entrepierna mientras limpiaba su habitación.
Respecto a la denuncia contra Negrete, hay dos versiones. Una niña asegura haberlo visto besando a una adolescente de 14 años en el el centro de detención Casa Campbell de Phoenix. Otro testigo asegura que, en otra ocasión, lo vio besando a la niña y tocándole los senos y la vagina.