Un gran hallazgo para la humanidad ha sido el de un grupo de científicos italianos que informaron este miércoles que encontraron presencia de agua en Marte.
El planeta rojo tiene un lago de agua líquida y salada bajo una capa de un kilómetro y medio de hielo en una zona llamada Planum Australe, en el Polo Sur del goblo , por donde la sonda europea Mars Express sobrevoló y analizó un área de 200 kilómetros.
Esta zona alcanza la temperatura de -120° y fue donde en un perfil realizado por la nave, se detectó la presencia de agua líquida.
“Es muy difícil saber qué profundidad tiene el lago porque el agua absorbe las señales del radar, con lo que solo vemos su superficie, pero al menos hablamos de una profundidad de un metro”, explicó a Materia Roberto Orosei, del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia y primer firmante del estudio, publicó la revista Science.
Los investigadores han monitoriando una zona de 200 kilómetros, lo que se necesitará nuevamente sobrevolar esta zona de Marte para decretar si existen más de estos lagos, lo cual se deberá con las sondas que orbitan el planeta, ya que los rovers que se encuentran en su superficie no están cerca del lago hallado y no cuentan con los mismos instrumentos que sus pares voladores.
Pese a que este descubrimiento podría ser tomado como que en el planeta se podría vivir, lo cierto es que los expertos aseguran que por el momento esto no es factible debido a que las condiciones en la superficie de Marte no son aptas para la vida tal como se le conoce ahora, es decir, dependiente de oxígeno y otras condiciones que este planeta no entrega.
Sin embargo, este hallazgo abre las puertas a la posible existencia de organismos en el planeta. Para el doctor de la Open University, Manish Patel, “este es el lugar en que tenemos suficiente protección de la radiación, además la presión y la temperatura aumentó a niveles más favorables”.
Según el científico planetario Steve Clifford “ningún microorganismo terrestre conocido podría sobrevivir en aguas tan saladas y frías”, detalla a El País, no obstante, “la presencia de agua líquida podría deberse también a un flujo de calor geotermal, lo que reduciría la salinidad y subiría las temperaturas haciendo el lago mucho más habitable”.