El incendio al interior del Liceo Amunátegui la semana pasada y ahora el amago de incendio al interior del Liceo de Aplicación, hicieron preguntarse a Matías del Río y Consuelo Saavedra en Hablemos en Off, por la forma en que se están llevando a cabo las tomas y las protestas.
Como acotó del Río, “hay una tendencia que ojalá no se convierta en moda y en habitual y tengamos que comentar el incendio del día. La semana pasada vimos el incendio del liceo Amunátegui con daños muy potentes, que son mucha plata que no le sobra a la educación pública y que sobre todo, el costo de oportunidad cuando hay que arreglar un incendio es dramático. Pero hay que dejar por un minuto el costo económico de lado y ponerse a pensar por qué, quiénes y en qué momento se transformó esto es una práctica de movilización y de protesta, quemar el colegio. Aunque alguien diga que se les quemó en una toma que se fue de las manos, una consecuencia no deseada. La cosa es que en menos de una semana tenemos el Liceo Amunátegui quemado y el Liceo de Aplicación con un amago de incendio porque intentaron quemar ese colegio y no es primera vez que vemos protestas que nacen de ahí y hacen manifestaciones con fuego. El año pasado quemaron las puertas de la Gratitud Nacional que está en la esquina con la Alameda”.
Y agregó, “la sociedad tiene que hacerse cargo y no solo verlo como una imagen muy llamativa. Es una tendencia que me gustaría que los dirigentes estudiantiles se hicieran cargo, hablaran sobre ellas, tomaran cartas en el asunto, porque la forma de protestar se va de las manos”.
Saavedra concluyó, “una cosa es la protesta y la experiencia de protestar y dar luchas justas, y otra instalar una cultura de paro donde no hay ninguna responsabilidad por lo que haces ni darse cuenta para ver cuáles son los efectos de desarrollo como profesional”.
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